“Lleida fue un laboratorio de la represión franquista”

Ninguna guerra acaba bien, pero la Guerra Civil, en Lleida, acabó peor. “La represión fue brutal en todo el Estado y ya no digamos en Catalunya, pero en las comarcas de Lleida fue especialmente violenta porque cuando entraron las tropas franquistas aún no se había acabado la guerra. Lleida fue un laboratorio para los franquistas”.

El historiador Oriol Dueñas presentó ayer en la librería La Fatal el libro L’ocupació de Catalunya (Rosa dels Vents), donde desvela que a principios de 1940, casi un año después de la caída de Lleida, en el Seminario de la capital del Segrià (actual sede del Rectorado de de la UdL) había 2.911 hombres presos y 153 mujeres. Y en toda la demarcación, un total de 3.659 prisioneros. “Son cifras muy elevadas teniendo en cuenta la población de aquel momento, y eso que la primera gran purga ya se había producido casi un año antes”.

En su libro, Dueñas explica cómo la llegada de los franquistas se tradujo en una “ocupación” que supuso el éxodo de medio millón de personas hacia la frontera francesa, “donde no fueron bien recibidas”, por lo que muchos republicanos optaron por volver al cabo de unos meses “porque se creyeron la pseudoamnistía que prometió Franco a quienes no tuvieran delitos de sangre”, aunque luego serían depurados y condenados en consejos de guerra. Dueñas (1977) explica que en su casa nunca se habló abiertamente de la Guerra Civil, solo anécdotas. “Y tal vez por eso me interesó como historiador”, además de tener “una predisposición genética”, ya que su memoria había conservado intacto lo poco que le transmitieron sus abuelos.

Además, la Guerra Civil, “es un tema inagotable”. Sobre todo, des de que con el cambio de siglo se empezaron a abrir fosas y a recuperar la memoria histórica. “Han pasado más de 80 años y ya no están con nostros los que protagonizaron la guerra, solo los niños que tienen recuerdos lejanos, pero quedan arhivos por abrir, documentos inéditos e historias por explicar”.