EXPOSICIÓN INAUGURACIÓN
El Museu de Lleida viaja al siglo XVI
La muestra temporal 'Imago Urbis' repasa una de las épocas menos difundidas de la historia de la capital del Segrià || Obras inéditas y una reproducción gigante del plano de la ciudad en 1563
El Museu de Lleida inauguró ayer su nueva exposición temporal, en la que echa la vista atrás hasta el siglo XVI, “posiblemente uno de los momentos más desconocidos de la historia de la ciudad”, comentó el director, Josep Giralt. Imago Urbis, la ‘imagen de la ciudad’, se abre al visitante con una imagen espectacular, una reproducción gigante (de 16 metros de largo por 3,30 de alto) del dibujo de Lleida que el artista flamenco Antoon van den Wijngaerde ejecutó en 1563 por encargo de Felipe II para una colección de las urbes más notables de la península en aquella época. El dibujo original, de algo menos de un metro de largo, se conserva en la Biblioteca Nacional de Austria, en Viena.
No es ni mucho menos la única maravilla de esta exposición comisariada por las historiadoras Esther Balasch y Carmen Berlabé y que podrá visitarse hasta el 12 de junio. Por primera vez se exhibe al completo el terno pontifical (vestuario) atribuido históricamente a Alfons de Borja, el papa Calixto III; o dos de los tapices flamencos de la colección de quince que conserva el Museu de Lleida, que no se habían expuesto desde la gran muestra en la Seu Vella en 2010. Imago Urbis cuenta también con préstamos del Arxiu Arqueològic de Lleida, la Biblioteca Pública (manustritos moriscos clandestinos, prohibidos por la Inquisición), el Museu del Disseny de Barcelona o la Paeria (la copia del óleo de Pieter Snayers sobre el sitio de Santa Cecília en plena Guerra dels Segadors).
“Es la última imagen de la exposición, que anticipa la dinámica de destrucción que afectará la ciudad en el XVII y a principios del XVIII”, concluyó Gilart.