«Sartre ganó el debate, pero las tesis de Camus definen la Europa actual»

Antoni Gelonch no para. Desde que se jubiló y regresó a su Lleida natal este abogado, alto ejecutivo de farmacéuticas internacionales y coleccionista de arte. ha publicado una decena de libros. El último, Camus vs Sartre (Editorial Viena), lo presenta mañana en la librería Caselles de la mano de Josep Maria Forné.

Camus vs Sartre cierra una trilogía sobre debates no resueltos.

Hay tres momentos históricos en los que las sociedades europeas hicieron debates que nosotros tenemos pendientes. Empecé a gestar este proyecto cuando regresé de mi larga estancia en el extranjero, a finales de 2013. Me llamó la atención que aquí los debates se hicieran a gritos y pensé que tenía que haber una razón histórica para que fuéramos tan unidireccionales, tan sectarios. Me di cuenta de que nuestra sociedad no había hecho el gran debate que supuso la reforma luterana. Tampoco acabamos con las instituciones del Antiguo Régimen, por eso hice el libro sobre Napoleón, como un pretexto para hablar de las revoluciones burguesas que atraviesan Europa durante el XIX y que aquí tampoco arraigaron porque estábamos inmersos en tres guerras dinásticas absurdas para ver quién era más reaccionario. En Europa se logró acabar con las instituciones del Antiguo Régimen. Y no me refiero solo a la monarquía, aunque se abolió en muchos países, sino a la forma en la que la administración se dirige a los ciudadanos. En nuestras instituciones cualquiera que esté investido de un mínimo de autoridad se comporta con un autoritarismo inconcebible en EEUU o en Francia. No hay más que dirigirse a la Agencia Tributaria o a una taquilla de Renfe para ver que el trato hacia el ciudadano no es respetuoso.

¿Y el tercer gran debate fue Camus vs Sartre?

Camus representaba la socialdemocracia y Sartre, una izquierda más dogmática. Este debate es troncal para entender la democracia y aquí tampoco se hizo porque estábamos en pleno franquismo.

¿Estos debates explican la Europa actual?

Totalmente. Si se analiza el resultado de la primera vuelta de las elecciones francesas vemos que el sistema de partidos tradicionales que ha sostenido la V República no llega al 7% de votos, cuando todos los presidentes anteriores habían sido republicanos o socialistas. Hay una ruptura. Es en este contexto que se produce una eclosión de los populismos por ambas bandas. La extrema derecha representa el 31% del electorado y la extrema izquierda, un 23%. La suma de los dos populismos, pues, es mayoritaria en Francia. Y por eso no está tan claro quién ganará el domingo. Sartre estaría con la izquierda de los insumisos, y Camus estaría muy preocupado por la situación. El ascensor social no funciona, el sistema de protección social se ha enquilosado y el problema es que Francia no sabe reformar, siempre ha avanzado con revoluciones.

¿Qué queda de Sartre y qué de Camus?

En el momento histórico en el que se produce el debate, Sartre lo gana claramente. Pero 40 años después de la muerte de Sartre, la batalla la ha ganado Camus, por lo menos hasta ahora. Hemos tenido una izquierda moderada, la libertad se ha impuesto sobre el concepto de justicia y hasta ahora se ha tenido claro que el fin no justifica los medios, en contra de lo que decía Sartre. Este justificaba la violencia porque decía que era necesaria para imponer un bien superior: el triunfo de la historia sobre el individuo. Con los años, la visión de Camus es la que se ha impuesto: el fin no justifica los medios y la libertad prevalece por encima de la justicia. Pero recalco el “hasta ahora” porque vemos que los regímenes totalitarios vuelven con fuerza. Putin justifica los ataques a población civil porque hay un bien superior que es la libertad de los rusos del Donbás. Dice que la invasión de Ucrania es noble porque el objetivo lo es. Camus lo combatiría y Sartre estaría de acuerdo. Parece un libro sobre el pasado, pero aborda temas que tenemos sobre la mesa.