Una exposición redescubre al pintor Jaume Minguell en el centenario de su nacimiento

Con una treintena de conjuntos de pintura mural en el fresco, Jaume Minguell Miret (Tàrrega, 1922-1991) es considerado uno de los muralistas catalanes más relevantes del siglo XX. También tiene obras relevantes en tela pero su figura ha pasado más bien desapercibida. Una exposición itinerante, titulada 'La mirada del pintor', redescubre a este artista con motivo del centenario de su nacimiento. La muestra se ha inaugurado este sábado en Tàrrega y posteriormente será emplazada en la sede del Instituto de Estudios Ilerdenses (IEI), al Museo de Lleida y al Museo Comarcal de la Noguera. La exposición está formada por una selección de más de 60 cuadros del autor llevados a cabo a lo largo de los más de 50 años que dedicó a la pintura.

La exposición muestra la evolución pictórica del artista en varias etapas, que tienen como hilo conductor el carácter expresionista de su obra consolidada en plena posguerra y las conexiones con los movimientos artísticos europeos que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial. En el tiempo de la posguerra, su obra se convirtió en clave en la tarea de reconstrucción arquitectónica, aportando no sólo el conocimiento de la pintura en el fresco, sino introduciendo una pincelada moderna, atenta de las novedades de la contemporaneidad.

La muestra cuenta con la edición de un catálogo. Este incluye artículos de Josep Miquel Garcia, Àlex Susanna y Bernat Puigdollers, y una recopilación de los textos de los diferentes escritores, poetas y críticos de arte que lo acompañaron a lo largo de su trayectoria: Pedro Caravia, Alfonso Costafreda, Jaume Ferran, P. Abad, Cassià M. Justo, Ramon Novell, José M. De Sucre, Guillem Viladot, entre otros.

La exposición se podrá visitar hasta el 25 de septiembre en las salas de Exposiciones Temporales del Museo Comarcal del Urgell.

Jaume Minguell Miret

Jaume Minguell Miret es un pintor arquetípico de la generación de artistas catalanes formados durante los años posteriores a la Guerra Civil Española. Su formación fue más autodidacta que académica, por el ambiente artístico profundamente empobrecido - económica y culturalmente - de la época. A la década de los años cincuenta, después de la Segunda Guerra Mundial, emprende una serie de viajes a Europa (Italia, París y Holanda). Está en estos viajes cuando entra en contacto con las tendencias expresionistas de la época, que marcarán el carácter de su obra pictórica. Por otra parte, en el viaje a Italia visita las grandes pinturas murales en el fresco del Renacimiento, que lo impulsan a practicar a practicar esta técnica pictórica milenaria.