MÚSICA RENOVACIÓN
El impulsor del Vila de Rialp deja la dirección del festival
Josep Sabarich hace oficial su adiós tras 21 años || Le relevará Quim Térmens, director de la orquesta de cámara Terrassa 48
Con casi tres años de retraso respecto a sus previsiones iniciales, Josep Sabarich hizo oficial el pasado sábado su ‘paso al lado’ al frente del Festival de Música de la Vila de Rialp, el certamen que ha impulsado de manera incansable en esta localidad del Pallars Sobirà desde 2001. En junio de 2019, Sabarich ya avanzó su intención de pedir el relevo al frente de la organización “por motivos de salud y también por el cansancio de tener que luchar cada año para organizar el festival”, como explicó entonces a SEGRE. La pandemia, que anuló el certamen en 2020, acabó aplazando una decisión muy meditada, a la que solo faltaba encontrar el relevo adecuado.
Y el cargo recaerá en el músico de Sabadell Quim Térmens, violinista y director de la orquesta de cámara Terrassa 48, que este mismo mes presentará la nueva edición. Precisamente con esta formación, Térmens ya ha actuado en el festival pallarés. “Es un gran profesional de la música, muy conocido en el Festival Vila de Rialp, que seguró que le dará al certamen un nuevo empuje”, aseguró Sabarich, cuya máxima preocupación es la de dar continuidad a un festival con dos décadas de historia.
Promotor musical y cultural, Sabarich reconoció en este sentido que impulsó el certamen “con mucha ilusión pero sin los conocimientos musicales necesarios, aunque había estudiado música dos años en mi época en el Seminari”. Al mirar atrás, el presidente de la asociación Rialp Musical se mostró “muy contento por el trabajo que hemos podido hacer estos años, no solo con la programación del festival sino especialmente por la creación de la Escola de Música del Pallars, que era una auténtica necesidad en esta zona del Pirineo”. Jordi Savall, Marina Rosell, Ara Malikian, Ainhoa Arteta, Claudi Arimany o Carlos Núñez son algunos de las decenas de artistas que han defilado por el festival.
“Para elegir a alguien, me quedo con el director ruso Dmitry Liss, que actuó al frente de la Filarmónica de los Urales y quedó encantado de tocar a apenas un metro del público”, recordó Sabarich.