Sant Adrià de Besòs niega que recortara el aforo autorizado al Primavera Sound

La alcaldesa de Sant Adrià del Besòs, Filo Cañete, se ha mostrado sorpresa este domingo con las críticas del Festival Primavera Sound hacia el consistorio, y ha negado que el Ayuntamiento los haya recortado a la mitad el "supuesto" aforo de 30.000 personas en la zona del recinto que pertenece al municipio. Cañete ha explicado que 15.000 personas era "la expectativa máxima" que se contemplaba desde el Ayuntamiento, el mismo volumen de gente que se autorizó en la última edición, del 2019, porque ampliarlo habría "complicado" cuestiones como el acceso de los vecinos a la única playa abierta a día de hoy, la del Fòrum. La alcaldesa ha pedido en el festival que no traslade sus "presiones al eslabón más débil" y que asuma responsabilidades "propias".

La alcaldesa de la ciudad se ha mostrado "bastante sorpresa" con las declaraciones de dos co-directores del certamen este sábado por la tarde en la rueda de prensa de balance del festival.

El Primavera Sound dirigió a las críticas esta vez contra el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs, asegurando que el consistorio les había prometido una licencia para meter hasta 30.000 personas en la zona del recinto que pertenece al municipio, y que "a dos meses" del festival se los denegó y redujo a 15.000". También se quejaron de que esta edición no se ha podido utilizar como corredor el puente que une las dos áreas del recinto, salvando el Port del Fòrum (en este caso, porque quedó estropeado por el incendio de dos embarcaciones el año 2019).

Cañete se ha referido a este "supuesto" aforo de 30.000 a personas como una pretensión del festival que les sorprendió cuándo presentaron su memoria para esta edición. Según ha dicho, "la expectativa máxima que había generado" el Ayuntamiento al respecto era de mantener los 15.000 asistentes de la edición de 2019, la más alta de todas. "No estábamos en condiciones de autorizarlo" (la ampliación), ha mantenido a la alcaldesa. La socialista ha dicho que hacerlo los complicaba porque este año hay una playa cerrada al público, y lo único de Sant Adrià abierto al público (la del Fòrum) habría quedado afectado en gran parte si se hubiera ampliado el recinto del festival.

Cañete también ha dicho que la problemática del primer día (con las colas registradas en todos los servicios del festival) no se puede atribuir a Sant Adrià "porque es el día que hubo menos gente en el escenario del Foro de Sant Adrià". Por todo ello, la alcaldesa ha lamentado que a su parecer el festival "haya querido dirigir la problemática contra el eslabón más débil. Se más fácil evocar la problemática en una población de 37mil habitantes que contra Barcelona". "Es la manera de eludir responsabilidades propias de la organización y proyectar estas problemáticas a uno otra", ha remachado.

El Ayuntamiento no habla de chantaje, pero asume que el festival ha "presionado" para resolver sus necesidades. En cuanto a la interlocución con el festival, que este reclama que se haga por una sola vía, Cañete cree que es un horizonte "muy complejo y nada fácil porque cada parte tiene que dar su autorización".

Martí pide en el festival que "no se queje tanto" públicamente

De su lado, el teniente de alcaldía de Cultura, Jordi Martí, también en RAC1, se ha referido también a las quejas del festival sobre Sant Adrià. El concejal ha pedido en el PS que "no se queje tanto públicamente porque eso dificulta las cosas", y que escuche las peticiones de una alcaldesa "que piensa en los intereses de su municipio". En todo caso, Martí ha dicho que desconoce exactamente cuál es la problemática del festival con el consistorio vecino.