CULTURA
Narra en una autobiografía los 12 años que vivió en la Seu Vella
Esta historia da origen al título del libro y es el punto de partida desde el cual Varela explica toda una serie de vivencias personales vividas durante su trayectoria en el ámbito educativo y político
El maestro, escritor y político Josep Varela presenta 'L'habitant de la Seu Vella' (Pagès Editors). Se trata de una autobiografía donde el autor narra los 12 años que vivió en la Seu Vella de Lleida con su familia, cuándo era pequeño. Su padre, un picapedrero gallego, fue contratado en 1950 para trabajar en la reconstrucción del monumento y, al mismo tiempo, ser el vigilante del recinto. Esta historia da origen al título del libro y es el punto de partida desde el cual Varela explica toda una serie de vivencias personales vividas durante su trayectoria en el ámbito educativo y político. En cada una de estas etapas, el autor hace comentarios y reflexiones sobre los personajes más interesantes -en un sentido u otro- que ha ido encontrando por el camino.
El confinamiento del 2020 llevó a Josep Varela (Besalú, 1943) a recordar el confinamiento vivido en la Seu Vella en su infancia y adolescencia, unas vivencias que son el punto de partida de su trabajo autobiográfico donde también tiene un peso muy importante las experiencias vividas por el autor durante su trayectoria en educación y política. 'L'habitant de la Seu Vella', con prólogo de Anna Caballé y editado por Pagès Editors, se ha presentado este martes en el mismo espacio monumental donde el autor vivió durante 12 años con su familia.
Varela ha explicado que su principal motivación a la hora de escribir su autobiografía fue el "miedo de morir y poder explicar la historia", especialmente a los hijos y nietos. "Y, cuando explicas la historia, aprovechas para resumir tu pensamiento", ha remarcado. "He sido director de Gili i Gaya y en un instituto de Arenys de Mar y, por lo tanto, he tenido una cierta vocación de explicar las cosas, entonces también aprovecho para explicar la historia de las diversas etapas de mi vida al Departamento de Enseñanza, al Parlamento, a la Paeria, al Senado y al Consejo de Europa", ha añadido. "En estas diferentes etapas, he ido aprendiendo y observando y he visto a mucha gente y todo eso lo traslado a 'L'habitant de la Seu Vella', ha explicado el autor.
El libro arranca con la experiencia vivida por Valera cuando en 1950 se desplazó con su padre y su madre a Lleida. Durante 12 años vivieron unas capillas góticas habilitadas precariamente por vivienda, que hay al lado de la puerta de los Apóstoles de la Seu Vella. Su padre fue contratado por Regiones Devastadas y trabajaba en la reconstrucción del monumento y, a la vez, era el vigilante. Durante unos años, Josep Varela coincidió en la Seu Vella con alguna compañía de militares que no se acababa de marchar y, después, con monjas y curas de la Casa de Ejercicios Espirituales, que empezaba sus actividades, donde está ahora la Canonja.
Relación con los militares y las monjas
El autor ha explicado que 'Castillo principal' era como llamaban a la Seu Vella, ya que era la dirección que constaba en las cartas que recibían, y desde donde "bajaban a Lleida". Asimismo, ha repasado algunas anécdotas como que el claustro era el espacio donde hacía gimnasia; que corría por encima la muralla y atravesaba túneles; que fue "la mascota" de los militares y que con ellos aprendió a jugar a fútbol, o que las monjas intervinieron para evitar que lo expulsaran del instituto después de haber robado arroz de una tienda para lanzarlo con un canuto.
Según Varela, estos 12 años en la Seu Vella lo han ayudado a forjar una personalidad "muy independiente" y "no sentirse inferior", siempre desde el respeto. "Me tuve que espabilar aquí -en la Seu Vella- con mis padres que trabajaban mucho", ha expuesto.
Esta experiencia insólita es el punto de arranque del libro, para explicar después toda una serie de vivencias personales muy diversas en el mundo de la educación y la política, en los cuales ha dedicado una buena parte de su trayectoria. Varela explica todas estas etapas y reflexiona sobre los personajes con quienes ha ido coincidiendo.
Durante la presentación de su autobiografía, Varela ha reconocido que le hubiera gustado "muchísimo" ser alcalde de Lleida y se ha mostrado convencido que si hubiera optado a un tercer mandato lo podría haber conseguido. "El partido no tuvo la paciencia de dejarme continuar", ha afirmado.