Jordi Bernadó captura en el Liceu la “esencia” de Barcelona

El fotógrafo leridano afincado en Barcelona Jordi Bernadó reunió ayer en el Gran Teatre del Liceu a unas 2.000 personas anónimas, habitantes de la ciudad condal, para tomarles una imagen que pretende captar la esencia de la capital catalana y revelar su diversidad. Las personas que llenaron por completo el foro operístico se habían presentado voluntarias para participar en esta iniciativa artística y pertenecían a 58 nacionalidades, hablaban 25 idiomas diferentes y tenían edades que iban de los pocos meses hasta los 105 años. Para llevar a cabo este trabajo, bautizado como Me We, Bernadó se ha inspirado en un método científico y ha trabajado en el último año en la manera de componer “una cartografía humana de la ciudad”, con mezcla de géneros, edades, sexualidades, comunidades y nacionalidades, entre otras variables.

En palabras de Bernadó, la fotografía quiere ser “un mosaico infinito de historias y diferentes rostros”. Se plantea como una “oda a la ciudad, un reclamo en época de incertidumbre y una afirmación: todos somos uno y Barcelona somos todos”. Añadió que “Me we es un símbolo de convivencia, de la riqueza asociativa y humana de la ciudad, así como el compromiso que todos los habitantes tenemos con ella”.

En el momento en que el artista sacó la foto desde el escenario, encaramado en una grúa pequeña y con la cabeza cubierta por un pañuelo negro recordando la manera de hacer de los retratistas de antaño, el silencio reinó en la sala y sólo se rompió con el llanto del bebé presente. La iniciativa se enmarcó en un proyecto de Víctor Garcia de Gomar, que pretende convertir al Liceu en un centro de las artes en el que, sin olvidar su papel como foro operístico, tengan cabida otras disciplinas como las artes visuales, la ciencia, la poesía, la antropología y la filosofía. El objetivo fue “poner en valor la diversidad de la ciudad como elemento clave para construir una sociedad inclusiva, justa y creativa”.