La Pobla de Segur vuelve a rememorar el antiguo transporte fluvial de la madera con una festividad "como las de antes de la pandemia"

La Diada dels Raiers de la Noguera Pallaresa vuelve a ser este fin de semana la gran fiesta de los Pirineos de antes de la pandemia. Para celebrar la vuelta a la normalidad, este sábado ofrecieron una bajada inédita por uno de los tramos más espectaculares del desfiladero de Colegados y este domingo han hecho la tradicional bajada de cerca de seis kilómetros, que transcurre el río desde la presa de la Llania hasta el Pont de Claverol.

Dieciocho tripulantes han bajado por el río a bordo de tres embarcaciones hechas de troncos de madera, tal como se construían antiguamente. Todas han llegado al destino. La Asociación Cultural de Raiers de la Noguera Pallaresa rinde así homenaje al antiguo oficio del transporte de la madera por los ríos, en la 44.ª edición de la Festividad.

La presidenta de la Asociación Cultural de Raiers de la Noguera Pallaresa, Paula Dalmau, ha destacado la vuelta a la normalidad después de la pandemia. "No hemos dejado nunca de bajar a los rais, pero este año lo hemos cogido con más fuerza, con una bajada especial y organizando una gincana maderera".

La bajada inédita a la que se refiere es la que hicieron este sábado por uno de los tramos más espectaculares e inspiradores del desfiladero de Collegats. Hace más de cien años que la Argenteria, la pared de roca que tanto inspiró las obras de artistas como Verdaguer o Gaudí, no había visto pasar a un maderero, desde que el oficio desapareció.

Este es un tramo con más dificultad técnica debido a l'acanalament del río, el aumento de la velocidad del agua, la gran cantidad de curvas y remolinos y la profundidad, pero los jóvenes madereros de La Pobla de Segur se prepararon navegándolo los días previos a la fiesta con rafting.

Endesa aumenta el caudal del río

Para que las embarcaciones pudieran bajar por el río, Endesa ha aumentado el caudal del río mediante la puesta en funcionamiento de las centrales de la Torrassa y Llavorsí. En concreto, el caudal del río este domingo se ha mantenido constante en 25 metros cúbicos por segundo entre las 10 de la mañana y las 14 horas en la presa de Sossís.

Históricamente, los madereros construían las embarcaciones con troncos y las conducían río abajo, desafiando el peligro de las rocas y las corrientes de agua, para transportar la madera de los bosques del Pirineo hasta llegar al litoral. En los años 30 del siglo pasado sin embargo, la construcción de presas y la mejora de las infraestructuras que hicieron más rentable el transporte por carretera, condenaron el oficio a la desaparición.

Una fiesta basada en la tradición

Un mes antes de la fiesta los madereros van a buscar en el bosque las redortes de abedul para atar los troncos y tener las embarcaciones listas para la bajada. Lo hacen siguiendo el mismo método que utilizaban los madereros auténticos que se dedicaron durante siglos a esta profesión. Desde la asociación organizadora se quiere dar una visión global del oficio, desde que se cortaban los árboles en el bosque hasta que la madera llegaba a las serradoras de destino, pasando por el arrastre y la ligadura de los troncos.