FOTOGRAFÍA EXPOSICIÓN
Lleida recupera a una fotógrafa del exilio
Desde el pasado jueves, el Museu d’Art Jaume Morera de Lleida exhibe 9 fotografías de Palmira Puig (1912-1978), compradas y cedidas por la Diputación. Era una fotógrafa de Tàrrega que desarrolló esta actividad durante más de tres décadas en Sâo Paulo, adonde la llevó el exilio tras la Guerra Civil junto a su marido, el fotógrafo de Badalona Marcel Giró. Hasta hace poco, su legado fotográfico era prácticamente desconocido en Catalunya, aunque en Brasil fue la primera mujer en formar parte, en 1956, del Foto Cine Clube Bandeirante, foco de la vanguardia fotográfica en aquella época en el país sudamericano.
Palmira Puig nació en Tàrrega en el seno de una familia republicana. Su padre, militante de ERC, mantenía una estrecha relación con la familia badalonesa Giró, y fue así como Palmira y Marcel se conocieron. Este se alistó en la Guerra Civil en el bando republicano y al poco tuvo que partir hacia el exilio con destino final en Brasil.
Palmira, mujer moderna y avanzada a su tiempo, se casó con él por poderes en 1942 y viajó a Sâo Paulo para reunirse con su cónyuge. Fue entonces cuando empezó su carrera como fotógrafa. Ambos fundaron el Estudio Giró en 1953 y terminaron siendo miembros destacados del movimiento fotográfico modernista bautizado hoy como Escuela Paulista, que nació para romper con el estilo tradicional de la época.
Sus rasgos más característicos fueron el afán por la geometría y la abstracción. Y aunque de estilo muy similar, Palmira se diferenciaba del resto por su mirada más humanista y poética, con la espontaneidad como rasgo más característico. En plena Transición, Palmira y Marcel regresaron a Catalunya en 1977 y se instalaron en Barcelona.
Apenas unos meses después, ella falleció de cáncer. En 2011, tras la muerte de Marcel Giró a los 98 años, su sobrino Toni Ricart Giró descubrió el archivo fotográfico de la pareja, que la galería RocioSantaCruz ha difundido desde entonces.