PATRIMONIO RESTAURACIÓN
La campana Mònica vuelve a casa
Se descolgó en 2014, pero hasta abril no viajó a Austria para ser restaurada || Estará expuesta en el claustro de la Seu Vella durante las Festes de Tardor y después ocupará de nuevo su emplazamiento
La campana Mònica ha vuelto a Lleida tras un proceso de restauración de cerca de 5 meses en Innsbruck Austria. Ayer llegó a la Seu Vella donde estará expuesta en una de las galerías del claustro hasta pasadas las Festes de Tardor, que será cuando volverá al campanario para que de nuevo toque los cuartos de las horas. Una grieta de unos 30 centímetros provocó que en 2014 la campana dejara de sonar y que, poco después, fuera descolgada para ser restaurada.
Desde entonces y hasta ahora la campana ha estado bajo supervisión de la empresa leridana Carvajal, expertos en forja y campanas, y no ha sido hasta este año cuando Mònica viajó hasta un taller austríaco en Innsbruck donde arreglaron los desperfectos. Josep Carvajal, fundador de la empresa, explicó que una de las fases del proceso ha consistido en calentar la campana a más de 1.000 grados con el objetivo de sellar la grieta con material similar al que se utilizó para crearla desde cero. Además, apuntó Carvajal, “este proceso ha servido para reparar la zona en la que se golpea para que suene.
Ha quedado como nueva”. La reparación ha tenido un coste aproximado de 30.000 euros, sufragados por la Generalitat. El presidente de la Associació d’Amics de la Seu Vella, Josep Ramon González, no pudo esconder su satisfacción y señaló que, “tener de vuelta la campana, supone culminar un proyecto que arrancó en 2014”.
El campanario llegó a tener 16 campanas, pero tras la Guerra Civil solo sobrevivieron dos, Mònica y Silvestra, esta última marca las horas. Actualmente en el campanario hay cinco campanas más, todas ellas tuvieron que rehacerse de nuevo .