Arte y tecnología, de la mano en Lleida

Artistas de renombre internacional y expertos en las últimas tendencias de arte y tecnología participan en la primera edición del festival Intangible, un nuevo evento cultural en Lleida impulsado por la Paeria con el objetivo de “convertir la ciudad en un laboratorio creativo a través de propuestas que unen cultura, arte y tecnología”, como destacó ayer el alcalde, Miquel Pueyo. Una decena de espacios culturales de Lleida acogerán hasta el 6 de noviembre una treintena de actividades, entre exposiciones, conferencias, performances y acciones artísticas, talleres familiares y actividades didácticas. La primera cita tuvo lugar en el Museu d’Art Jaume Morera, que reúne cinco propuestas singulares audiovisuales y también un apartado dedicado a los 25 años de la escultura pública L’arbre paer, de Benet Rossell.

Esta obra de grandes dimensiones se levanta desde 2015 en la plaza Bores, frente a la entrada de los Camps Elisis, después de que un año antes SEGRE desvelara que la pieza, estrenada en 1997 en la plaza del Seminari, llevaba seis años desmontada y ‘olvidada’ en un almacén municipal. Entre el material que recuerda todo el proyecto escultórico del artista de Àger destacan las fotografías de Lleonard Delshams que ilustraron en SEGRE el reestreno de L’arbre paer por parte de Benet Rossell, un año antes de su fallecimiento. En la presentación del festival, el director de Intangible, Antoni Pinent, explicó que esta primera edición tiene un carácter “divulgativo”, para todos los públicos, no solo especialistas.

“Queremos romper con este elitismo que dice que el arte contemporáneo no es para mí”, señaló. Pueyo y Pinent visitaron las primeras instalaciones junto al concejal de Cultura, Jaume Rutllant, y el director de Cultura de la Generalitat en Lleida, Albert Turull. Entre ellas, destacan la instalación sonora Púlsar, del leridano Ferran Lega, que hace visibles ondas electromagnéticas de estrellas de neutrones; la proyección Arboris Data, del navarro Kepa Landa, que visibiliza el cambio climático; o la instalación participativa Echo, del francés Guillaume Faure, en la que el visitante dialoga e interactúa con un singular espejo electrónico.