Tàrrega experimenta la cara y la cruz del arte urbano

Cara y cruz del arte urbano en Tàrrega: mientras ayer se estrenó un nuevo mural en el marco de la Fira d’Artistes, la gran fachada que el artista Josep Rodríguez Tope pintó en 2015 con la figura del músico local Ramon Carnicer está ‘oscurecida’ por el humo del fuego de unos contenedores y sin visos de que pueda restaurarse en breve. El nuevo mural estrenado ayer, titulado Cremar els prejudicis, es una obra colaborativa impulsada por los 18 alumnos del nuevo ciclo formativo de Grado Medio de Revestiments Murals de la Escola Ondara de Tàrrega con la ayuda de usuarios de la Associació Alba con inquietudes artísticas, bajo la batuta de los artistas urbanos Llukutter y Foxy. El mural pretende mostrar “prejuicios que se tendrían que cambiar o quemar como sociedad”, explió Llukutter.

A partir de unos talleres previos, idearon las propuestas que ayer plasmaron brocha en mano en la pared en la 23 edición de la Fira d’Artistes i Activitats Tradicionals de Tàrrega, que se puede visitar hasta hoy y que cuenta con un centenar de expositores, la mayoría artistas y artesanos.Por otro lado, la columna de humo provocada por la quema de unos contenedores ha dañado un mural de gran formato dedicado al músico Ramon Carnicer (1785-1855), hijo insigne del municipio. El concejal de Cultura, Carlos Vílchez, reconoció ayer que este elemento del patrimonio cultural se ha estropeado por las quemas de unos contenedores que había justo debajo, en la calle Capellans, la última de las cuales tuvo lugar la noche del 27 al 28 de noviembre. Vílchez aseguró que “la voluntad del consistorio es restaurar el mural”, aunque añadió que “por el momento no hay presupuesto”, confiando en poder destinar una partida en 2023.

El mural, de 161 metros cuadrados, ocupa una fachada en la cruce de las calles Capellans y Sant Joan y se pintó en el marco del proyecto Streetrrg de promoción del arte urbano en la ciudad.