POLÍTICA CULTURAL PRESENTACIÓN
El Museu de Lleida llena vacíos de Sigena estrenando dos tablas góticas
Piezas del siglo XV del Mestre de Vielha, adquiridas por la Diputación por 70.000 €
Ayer fue una gran jornada para el Museu de Lleida. Se reflejaba en las caras del director, técnicos y conservadores de la pinacoteca. No se estrena cada día una obra de arte gótica de la segunda mitad del siglo XV. Y más después del triste aniversario, el pasado domingo, cuando se cumplieron cinco años del polémico traslado del arte de Sigena, con entrada incluida en el edificio de un comando de la Guardia Civil, en plena intervención de la Generalitat en virtud del artículo 155 de la Constitución. El recuerdo sobrevoló en la presentación de dos tablas dedicadas a Sant Damià y Sant Sebastià, de casi 2 metros de alto, de un retablo gótico de origen desconocido, adquiridas por la diputación de Lleida por 70.000 euros a una familia de Valls. Las dos piezas ya lucen en las salas del arte gótico de la exposición permanente del museo, remodeladas la primavera del año pasado después de la entrega a Aragón del arte de Sigena y de Barbastro.
El director del Museu de Lleida, Josep Giralt, se mostró exultante al valorar la nueva incorporación a la colección, atribuida al Mestre de Vielha. “Fue uno de los cuatro grandes artistas que trabajaron en la zona de Lleida y la Franja en el siglo XV, junto con Pere Garcia de Benavarri, Jaume Ferrer y Pere Espallargues”, recordó Giralt. Estas dos tablas completan así la buena representación artística en el museo de este ‘póker’ de artistas góticos.
De hecho, del Mestre de Vielha la pinacoteca solo conservaba hasta ahora en sus reservas la tabla de Sant Pere i Calvari, originaria de Peralta de Alcofea y también en litigio (ver desglose de la derecha).Giralt destacó que “no sabemos el origen del retablo del que formaban parte estas dos tablas, pero el Mestre de Vielha trabajó fundamentalmente por Ponent y la Franja. Esperamos que pronto los investigadores puedan ponerle nombre al artista”. De hecho, uno de los especialistas de la época, el historiador del arte leridano Alberto Velasco, apunta que este pintor desconocido podría ser Bartomeu Garcia, hijo de Pere Garcia de Benavarri.
Giralt también explicó que, antes de la presentación, las dos tablas fueron objeto de una restauración, que incluyó su limpieza y conservación de la policromía, en el propio laboratorio del Museu bajo la dirección de Núria Gilart.Por su parte, el presidente de la Diputación y uno de los patronos del Consorci del Museu, Joan Talarn, remarcó que la corporación provincial seguirá trabajando para “hacer crecer este equipamiento cultural, un referente en las tierras de Lleida y del arte en general”.En el acto de presentación de las dos piezas también estuvieron presentes el obispo de Lleida, Salvador Giménez; y el director de los servicios territoriales de Cultura de la Generalitat en Lleida, Albert Turull.
“Seguiremos reclamando aquello que es nuestro”
Con la compra y cesión de estas dos obras de arte gótico, el presidente de la Diputación, Joan Talarn, quiso ayer “explicitar nuestro compromiso con el Museu de Lleida para convertirlo en un referente del arte y la cultura”. Sobre todo, a través de dos piezas que “nos explican como territorio histórico de Lleida y la Franja, más allá de fronteras administrativas provinciales”, en alusión al autor, el Mestre de Vielha, un artista que trabajó por Ponent y toda la Franja.
En este sentido, Talarn no se olvidó del litigio del arte con Aragón. “Seguiremos reclamando aquello que es nuestro, nunca renunciaremos”, aseguró uno de los patronos del Consorci del Museu de Lleida, en referencia a las obras que salieron del Museu hace cinco años en dirección al monasterio de Sigena –desde entonces cerrado al público en diversas ocasiones; ahora lo está desde el verano–, donde las piezas se guardan en los antiguos dormitorios de un edificio en restauración. La reclamación del Museu y la Generalitat se encuentra a la espera de una decisión del Tribunal Constitucional.
También se acordó del litigio por el centenar de obras de la diócesis de Barbastro-Monzón, aún pendiente del recurso ante la Audiencia de Huesca y que se exhiben desde el año pasado, de forma ‘provisional’, en el Museo Diocesano de Barbastro.Por otro lado, el obispo de Lleida y el Museu tampoco olvidan otro litigio latente: el frontal de Berbegal y la tabla de Sant Pere i Calvari y la portada de la iglesia de El Tormillo de Peralta de Alcofea, pendientes de la reclamación del obispado de Huesca.
“Estas obras tenían que estar en Lleida”, dicen los expropietarios
La historia de estas dos tablas góticas se pierde en la dispersión del arte provocada por la Guerra Civil. Lo que sí se sabe es que ‘aparecieron’ en una de las colecciones privadas de arte más importantes de Catalunya, la de la empresaria industrial del téxtil Tecla Sala (1886-1973). Fue el anticuario de Valls Enric Ribé el que medió para que su primo, el comerciante Josep Maria Domènech, las comprara hace décadas. Este falleció hace diez años y sus hijos (dos de los cuales, Albert y Josep Maria, estuvieron ayer en el Museu) las han vendido a la Diputación. Ambos explicaron que “nos impactó ver por televisión la salida del arte de Sigena y, como el autor de las piezas es el Mestre de Vielha, pensamos que el Museu de Lleida sería el mejor lugar para exhibirlas”. Además, “en Tarragona tampoco hay un museo de estas características”, añadieron.