Una obra pone color a la Lleida en blanco y negro de 1937

La escritora leridana Núria Muñoz Aige revive la Lleida en blanco y negro del siglo pasado en la novela Puta y rojilla (Caligrama, también en formato digital), un relato coral que transporta al lector a la cara menos conocida de la ciudad en 1937. El libro narra en primera persona la vida de Nito, hijo de una prostituta del centro histórico en aquel año de la Guerra Civil. A través de sus ojos infantiles, que a menudo no entienden la realidad, se adentra en los años más negros de la historia reciente de Lleida.

Así, el lector puede descubrir la realidad del burdel de Rosa, llorar con Nito durante el bombardeo del Liceu Escolar o huir cruzando los Pirineos por el Coll d’Ares. Pero más allá de la tragedia y el dolor, el protagonista comparte con el lector sus ilusiones, el amor y la esperanza y, como trasfondo, el descubrimiento de una realidad familiar que lo rompe por la mitad. Es una novela en la que las mujeres –muchas de ellas marginadas e incomprendidas– cargan también con gran parte del peso narrativo.

“En aquellos tiempos, donde había guerra y soldados, había prostitutas. Si eran perdedores, para consolarlos, y si eran ganadores, para celebrarlo. Ellas también se merecen un espacio en la literatura”, defiende la autora.

La historia de la novela va más allá de Lleida durante la Guerra Civil. La trama llega hasta 1975, en un recorrido por diversos lugares de Francia y la localidad navarra de Urzainki, que desborda la vida del protagonista; con historias de supervivencia, feministas sin saberlo, vencedores y vencidos, prostitutas y también lesbianas de amores censurados en tiempos imposibles. Autora de diversas obras, Núria Muñoz Aige se ha adentrado a lo largo de los últimos años en diversos géneros, desde el cuento infantil hasta la novela juvenil, pasando por el relato breve, la novela de terror o la biografía.

“Escribir representa para mí casi una necesidad. Comencé a hacerlo con solo 8 años y aquí estoy, con una próxima ya medio acabada. La verdad es que no me imagino la vida sin enfilar letras y tejer historias”, afirma esta escritora leridana, que también ultima la versión en catalán de Puta y rojilla.