Tumbas abiertas en Guissona

Un equipo de 12 arqueólogos y antropólogos ha abierto y excavado estos días hasta 270 sepulturas del antiguo cementerio de Guissona, un espacio en el que próximamente comenzarán las obras de construcción del nuevo Museu Eduard Camps. Hasta ahora, la zona era utilizada como parquing del parque arqueológico romano de Iesso. El director del museo, David Castellana, explicó ayer a SEGRE que el cementerio estaba localizado pero no se pensaba que contara con esta alta densidad de sepulturas, ya que la zona fue utilizada como campo santo solo durante 90 años, entre 1770 y 1860.

Se trata de unos 2.000 metros cuadrados de superficie, en la que, dispuestas en hileras, ahora pueden verse sepulturas de adultos y también una zona de tumbas infantiles. Los esqueletos están enterrados en cajas y envueltos en mortajas, de las que se han hallado algunos restos. También se han encontrado algunos objetos como rosarios, medallas y pendientes.

Los arqueólogos sacaron a la luz la sepultura de una mujer embarazada y otra de un hombre con un niño encima. Como curiosidad, en la zona excavada localizaron diversos cráneos agrupados. Según recuerdan algunos mayores de Guissona, hace muchos años los niños de la localidad los habían utilizado como ‘pelotas’ para jugar a fútbol.

Una vez finalizada la excavación, se solicitará permiso al servicio de Arqueología de la Generalitat para trasladar los restos al actual cementerio de Guissona. El volumen de esta excavación retrasará unos meses el inicio de las obras del edificio del nuevo museo, previstas para este 2023. Los trabajos se llevan a cabo con una ayuda del Institut d’Estudis Ilerdencs de 260.000 euros, gracias a la cual también se está levantando una cubierta en la zona de las termas romanas.

Cabe recordar que el ayuntamiento adjudicó el pasado diciembre por 101.000 euros la redacción del proyecto del nuevo museo, que contempla una inversión de 4,5 millones de euros. El proyecto se presenta por fases con un plazo total de ejecución de 10 años, con la participación de la Generalitat (que este año destinará 600.000 euros), el Institut d’Estudis Ilerdencs (250.000) y el propio municipio (100.000). La primera actuación consistirá en construir en estos terrenos el módulo subterráneo, las salas de depósito del futuro museo.

En la parte superior se alzará en una segunda fase el edificio principal, con la zona de recepción de visitantes.