Recta final del montaje del órgano de la Catedral de Solsona
La restauración del instrumento tiene un presupuesto de 700.000 euros, financiado en parte por aportaciones populares, y está previsto que esté terminada en primavera
Técnicos de la empresa Blancafort Orgueners de Montserrat se encuentran estos días de lleno en el montaje de las casi 30.000 piezas restauradas del órgano de la Catedral de Solsona. El instrumento fecha de 1853 y era el único gran órgano de escuela catalana pendiente de restaurar. Uno de los integrantes de la Comisión Órgano de Solsona, Ramon Segués, ha explicado que el objetivo es que el órgano se pueda estrenar en primavera, ya que después del montaje hará falta afinar y armonizar el instrumento, "una fase que puede alargarse hasta en marzo o abril". El órgano se encontraba en un estado de degradación importante y su capacidad sonora se había reducido hasta un 20%. El presupuesto del proyecto suma 700.000 euros y se ha financiado en parte por aportaciones populares.
"Estamos a punto de volver a poner en su sitio las más de 30.000 piezas restauradas y conseguir que el órgano vuelva a sonar en plenitud". Así se expresa Ramon Segués, integrante de la Comisión Órgano de Solsona, que recuerda que por Navidad lanzaron la campaña 'Un órgano por primavera' con el objetivo de recaudar los 26.000 euros que faltan para llegar a los casi 700.000 euros del presupuesto. La idea es, según explica Segués a la ACN, que este enero se terminen los trabajos de montaje y que "entre finales de abril y principios de mayo el órgano ya esté afinado y armonizado".
El proyecto de restauración del órgano empezó a plantearse el año 2018 en el marco de un concierto de la Academia Internacional de Música de Solsona. Segara explica que el instrumento se encontraba en "muy mal estado", ya que la última intervención importante se había hecho en 1855. Desde entonces, lamenta "sólo se habían hecho afinaciones caseras, algunas que habían estropeado la obra, ya que incluso había tubos doblados". Además, describe, "el polvo, el humo de los cirios y el hecho de que durante un tiempo la salida del aire de la calefacción se encontrara justo debajo del órgano habían provocado un empeoramiento". De hecho, asegura que el instrumento sólo estaba rindiendo a un 20% de sus posibilidades.
Segara explica que la restauración se ha intentado hacer "con la máxima fidelidad posible al órgano original", aunque se decidió adaptar los pedales, ya que "antes sólo tenía 8 o 9 botones que limitaban mucho el repertorio". Lo ejemplariza diciendo que, por ejemplo, no se podían tocar piezas de Bach. En cambio, ahora, asegura, "lo hemos dejado con sus máximas posibilidades". Una de las principales diferencias que notarán los solsonins será también su aspecto. "Hemos descubierto que el mueble del órgano tenía colores, antes era marrón y gris y, en cambio, ahora han salido verdes, rojos, veteados, dorados y una imagen de la virgen", explica Segués.
El proyecto, valorado en casi 700.000 euros, ha sido posible gracias a las subvenciones concedidas por el fondo Feder, la Generalitat, la Diputación de Lleida, pero también aportaciones de particulares. Precisamente, Segara subraya este último aspecto y, por eso, considera importante que, a partir de ahora, el órgano no se utilice sólo para las celebraciones litúrgicas sino también para conciertos u otras actividades. "Se trata de un instrumento emblemático y monumental que pide una programación estable y un aprovechamiento de este recurso", concluye.