LITERATURA ÓBITOS
Josep Maria Espinàs, epílogo final
Cerca de un millar de personas pasan por la capilla ardiente en el Palau de la Generalitat para despedir al escritor || Último adiós de lectores, representantes de la política, amigos y familiares
Lectores, representantes de la política y de la cultura, amigos y familiares despidieron ayer al escritor y periodista Josep Maria Espinàs, fallecido el domingo a los 95 años, en la capilla ardiente instalada en el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat, por la que pasaron cerca de un millar de personas. Antes de la apertura al público, el Govern presidido por Pere Aragonès, la Mesa del Parlament con la vicepresidenta Alba Vergés al frente y familiares del escritor asistieron a la entrada e instalación del féretro, bajo los acordes de la canción Pensée des morts, de Georges Brassens, uno de los cantantes preferidos de Espinàs. En una declaración institucional tras firmar en el libro de condolencias, el President Aragonès lo calificó como “uno de los grandes escritores” de la literatura catalana y maestro de periodistas; subrayó que era el “narrador de la vida cotidiana”, con sus miles de artículos publicados, sus libros a pie y su periodismo tranquilo; y destacó también su labor como “defensor del país”, de la democracia durante la dictadura franquista y de las libertades individuales y colectivas.
Por la capilla ardiente desfilaron también la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; los expresidentes de la Generalitat Artur Mas y Jordi Pujol; el primer secretario del PSC, Salvador Illa; la presidenta de Junts, Laura Borràs; el alcaldable de ERC al ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall; el candidato de Junts, Xavier Trias, y el presidente de Òmnium, Xavier Antich, entre otros. La editora y fundadora junto a Espinàs de La Campana, Isabel Martí, remarcó que le reconforta que autores jóvenes hablen de él con afecto y tono de ser maestro: “Hay una generación que lo tiene como referente”. Uno de los nietos del escritor, Ricard Espinàs Llovet, aseguró que era “un abuelo muy especial”, y rememoró que siempre lo recuerda trabajando en su despacho.
La ceremonia de despedida se celebrará hoy al mediodía en el tanatorio barcelonés de Sancho de Ávila, en el mismo lugar y el mismo día, cuatro años después, del funeral de la hija del escritor, Olga Espinàs, que murió el 7 de febrero de 2019 a los 64 años.
La máquina de escribir, camiseta del Barça y 5 pipas
En la capilla ardiente, tras el féretro cubierto por una senyera y un ramo de rosas, se colocó una corona de laurel de la Generalitat y una foto del escritor. Al lado, se dispuso su máquina de escribir, diversos diccionarios que utilizaba para trabajar, así como algunos de sus libros, cinco de sus pipas de fumar, un busto con su imagen, obra de Manuel Cusachs, y una camiseta del Barça, que le regaló el club para el que Espinàs coescribió el himno en 1974 junto a Jaume Picas.