La Feria ARCO reabre sus puertas

ARCOMadrid abrió ayer sus puertas en Ifema Madrid con una edición menos polémica que las precedentes y en las que destacan algunas piezas como la figura de Picasso amortajado, un Guernica plegable como caseta de refugiados o el famoso meme emosido engañado a modo de “neón protesta”. En esta edición la presencia es notable, y es que la galería barcelonesa fundada en 1989 por el coleccionista de Verdú Manel Mayoral, Galeria Mayoral, presenta con una de las piezas más caras de la feria: La femme et l’oiseau, un cuadro de Joan Miró de la década de los 60 cuyo precio asciende a los dos millones de euros. El valor de esta obra tan solo se ha visto superada por una escultura de Chillida, de la galería Carreras Múgica de Bilbao, con un precio de 3,7 millones de euros.

Este año, el entusiasmo y el optimismo de las galerías, una veintena más que en 2022, es notable tras la pandemia y la guerra. “El mercado español está un poco parado, pero los coleccionistas latinoamericanos se han comprado casas de varios millones en España, que las decoran a todo meter”, comentó Juana de Aizpuru, fundadora de la feria.Mención aparte merece la presencia de la galería ucraniana Voloshyn, la primera galería del país que visita ARCO, que presenta a los artistas Nikita Kadan y Mykola Ridniyi. Durante las primeras semanas de la invasión rusa la galería se convirtió en refugio y Kadan empleó aquellos días en pintar una serie de cuadros en los que se puede leer mensajes como Stop buying gas from fascist (Dejad de comprar gas a fascistas), o Gas embargo on Rusia (Embargo de gas a Rusia).