ENTREVISTA LITERATURA
Imma Monsó: «No sabía nada de la militancia de mi padre»
Imma Monsó ayer jugaba en casa. Gente de pie en la librería Caselles en la presentación de su último libro, La mestra i la Bèstia (Anagrama). En esta novela ambientada en la Ribagorça rinde homenaje a la generación de sus padres y a la difícil época que les tocó vivir, entre los silencios de la posguerra y la brutal represión franquista. De hecho, descubrir que su padre había ayudado a republicanos a pasar la frontera fue uno de los detonantes para escribir este libro.
Severina, la maestra, es una niña muy monsoniana, muy especial, de la que su madre llega a dudar entre si es corta o superdotada. A los 19 años llega a Dusa (Vilaller) a ejercer de maestra.
Siempre he privilegiado la mirada del forastero porque tiene alguna cosa especial. Mi madre no se parece en nada a Severina, era una mujer muy extrovertida, muy exuberante, pero es cierto que también ella fue a ejercer de maestra desde Girona hasta un pueblo de la Alta Ribagorça. Lo maravilloso de la ficción es que alejándote de la realidad llegas a una verdad más profunda. También está novelada la historia de mi padre, que no conocía en absoluto. El expediente de su consejo de guerra sumarísimo me dejó perpleja. No sabía nada de su militancia. Mi madre hablaba mucho y nunca me contó nada. Fue un impacto.
De nuevo es un libro que reivindica el valor de la palabra.
También me importa la lengua, cómo suena. He intentado respetar el ribagorzano en los diálogos. Es una variante que tengo muy adentro. Aún así, era comprometido porque es una lengua de frontera y no hay una gramática fijada, pero me ayudó mi familia y el experto en dialectología Ramon Sistac. El ribagorzano tiene una sonoridad casi mineral, ancestral, que se aviene con el carácter de la montaña, más sobrio.
Por primera vez se aleja de la época contemporánea. Ha sido gratificante y consultar la hemeroteca ha sido hasta divertido, pero es cierto que te topabas con dudas sobre si un objeto se usaba en una época concreta. De todas formas, hay historia y hay un trasfondo político, pero ni es una novela histórica ni es política. Me interesaba más explorar el aprendizaje que hace Severina, cómo de manera muy gradual va resolviendo enigmas que no logra entender de pequeña.
¿Quién es la Bèstia?
Es alguien con un atractivo sin palabras. Es esa fascinación que ejercen algunas personas a las que se lo perdonamos todo.A Severina, que le gusta ponerle palabras a todo, no puede describir este atractivo que la tiene fascinada a ella y a todo el pueblo, porque la Bèstia es una especie de patrimonio erótico de Dusa.