El libro más vendido de Sant Jordi fue el de Xavier Bosch

Giro en las listas de los libros más vendidos en la edición de este año de Sant Jordi. Según Librired, la plataforma estatal creada por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreteros, la Cambra del Llibre de Catalunya y el ministerio de Cultura, el más vendido de ficción en catalán fue 32 de març (Univers), de Xavier Bosch, y en no ficción, De la sabana a Mart (Rosa dels Vents), de Xavier Sala i Martín, según avanzó ayer RAC1. Unos datos que también han sido acreditados por la consultora GFK.

Esta lista difiere de la que se publicó el mismo día de Sant Jordi y que situó como líder del ranking a Gemma Ruiz Palà en ficción a y los miembros del podcast La Sotana en no ficción. Según la lista revisada, la novela de Xavier Bosch vendió 13.301 ejemplares, cerca de 500 más que la segunda, Les nostres mares (Proa), de Gemma Ruiz. En tercer lugar, la obra de ficción en catalán con más ejemplares vendidos fue París érem nosaltres (Columma), de Andreu Claret.

En cuanto a la no ficción, la nueva lista relega el libro de La Sotana, Gran Enciclopèdia del Barça (Blackie Books), a la tercera posición, con más de 7.500 ejemplares vendidos, por detrás del de Sala i Martín, que vendió más de 11.100 ejemplares y, en segundo lugar, Crims: pecats capitals (La Campana), de Carles Porta, superando los 10.600. En castellano, los libros de ficción más vendidos fueron El ángel de la ciudad (Planeta), de Eva García de Urturi; El cuco de cristal (Suma de Letras), de Javier Castillo, y Cómo (no) escribí nuestra historia (Suma de Letras), de Elísabet Benavent. En no ficción, la lista está liderada por El chico de las musarañas (Harper Collins), de Aless Lequio y Ana Obregón; Hábitos atómicos (Diana), de James Clear, y Cómo hacer que te pasen cosas buenas (Espasa), de Marian Rojas Estapé.

En declaraciones a RAC1, Xavier Bosch señaló ayer que estas cifras “me hacen mucha ilusión, estoy muy contento y agradecido”. Mientras, sobre el baile de cifras, el autor dijo que “Sant Jordi no es una competición, no dan una corona por haber escrito el libro más vendido” y añadió que “los libreros ya tienen bastante trabajo en la diada de Sant Jordi como estar contando libros”.