La Vall Fosca, de película

Tras el extraordinario éxito cosechado el año pasado por Alcarràs, de Carla Simón, certificado el pasado jueves con el Premio Nacional de Cultura para la cineasta catalana, otra película rodada en Ponent quiere seguir sus pasos. Els encantats, que la barcelonesa Elena Trapé rodó el pasado verano en Antist y otros puntos de la Vall Fosca, se estrenó ayer en las pantallas comerciales. Trapé, que ganó el Gaudí en 2019 con su anterior largometraje, Les distàncies, también preestrenó Els encantats en Lleida, en esta ocasión en una sesión especial en La Pobleta de Bellveí hace dos semanas.

En una gran carpa habilitada para la ocasión, directora y protagonistas cumplieron con el photocall de las grandes ocasiones y agradecieron la acogida e implicación de los vecinos de la zona en este proyecto cinematográfico. En el film, Trapé “anestesia emocionalmente” a la protagonista, Laia Costa –ganadora este año del Goya a mejor actriz por Cinco lobitos–, quien encarna a una madre que oculta el sufrimiento que padece al separarse de su hija, pese a intentar huir de ese sentimiento ‘inexplorado’ en el cine. Una huida que la lleva hasta un pequeño pueblo del Pirineo, Antist, donde buscará recuperar el sentimiento de seguridad que tenía cuando, de niña, veraneaba en esta zona de la Vall Fosca.

Screenbox Lleida estrenó ayer ‘Els encantats’, que desde hoy también puede verse en La Lira de Tremp

Trapé quería narrar la historia de la protagonista “desde la escucha, el silencio y sus reacciones”. Laia Costa recordó en La Pobleta que “en la Vall Fosca encontramos una familia que nos cuidó. Es bonito que la gente se implique con el rodaje y cuide al equipo, no suele suceder mucho”.

El padre de la protagonista en la película, Pep Cruz, explicó que, “quince días antes de grabar vine a conocer el pueblo y, sobre todo, a Agustí, un vecino de Antist encantador que me dio la medida humana del personaje”. Screenbox Lleida estrenó ayer Els encantats, que el Circuit Urgellenc también ha programado este fin de semana en La Lira de Tremp, antes de ‘girar’ por otras salas de Ponent.