Vallverdú recuerda sus últimos 52 años en 'Mosaic de tardor'

Josep Vallverdú repasa los últimos 52 años de su vida en el relato memorialístico Mosaic de tardor (Proa), que abarca desde los años 70 hasta la actualidad y que plasma a su vez una trayectoria personal y una historia colectiva. Así lo manifestó ayer, en la presentación del libro en la librería Ona Barcelona, junto al editor de Proa, Josep Lluch, y la comisaria del Any Vallverdú, Carme Vidalhuguet, que firma el prólogo. A poco más de quince días de cumplir 100 años, Vallverdú recordó su temprana afición por las palabras, incluso cuando era un “niño con acento leridano leyendo Don Quijote sin entender absolutamente nada”.

Destacó que en 1949 publicó su primera obra, una colección sobre teatro de la antigüedad; que en 1951 empezó a traducir al inglés, que aprendió de manera autodidacta; y que cuando debutó con las novelas de aventuras, que aprendió a escribir a base de traducirlas para Seix Barral, un editor le recomendó que se “dedicara a otra cosa”.Mosaic de tardor empieza en los años 70, cuando después de publicar su primera novela en catalán, El venedor de peixos –cuando la “censura aflojó”–, Vallverdú impartió clases en Les Borges Blanques hasta su jubilación en 1988, y remarcó que entre 1970 y 1980 escribió 88 obras, entre libros de producción propia y traducciones.Vallverdú, Premi d’Honor de les Lletres Catalanes y Medalla d’Or de la Generalitat, empieza el relato memoralístico con una carta que le escribió el expresidente de la Generalitat y amigo Jordi Pujol, y repasa más de cinco décadas en las que han pasado “en Catalunya, España y el mundo tantas cosas”, como la muerte de Franco, la Transición, la desaparición de la URSS o la muerte de Martin Luther King, dijo. También ahonda en aspectos personales como el luto por su primera mujer y madre de su único hijo, Eloi; en cómo a los 89 decidió volverse a casar porque defiende que la capacidad de querer perdura; y en sus preocupaciones actuales, que son el medioambiente y la situación política: “No salimos del callejón sin salida en el que nos hemos metido”, añadió.Carme Vidalhuguet señaló que el relato de Mosaic de tardor plasma el “Vallverdú más coetáneo” y su relación con los escritores Guillem Viladot y Gaziel y con Sant Martí de Maldà, Les Borges Blanques, Balaguer y L’Espluga de Francolí, y reivindicó la prosa propia de un filólogo de formación y su capacidad para expresarse a través de la ironía y la crítica, “sin acritud pero con contundencia”.