El retorno del guerrero

“Un día histórico”. Así de contundente lo proclamaba ayer Robert Porta, el director del monasterio de Santa Maria de Bellpuig de les Avellanes, en Os de Balaguer, “sumamente feliz” frente al sepulcro del vizconde Àlvar de Àger, de nuevo en ‘casa’. No es el original, que sigue en el Metropolitan Museum de Nueva York, en la sede de The Cloisters, en lo más alto de Manhattan, sino una reproducción tan fidedigna que no se diferencia de la pieza antigua.

La llegada al monasterio de Les Avellanes de esta auténtica obra de arte, esculpida a caballo entre el siglo XIII y el XIV, donde reposaban los restos de este caballero que murió luchando por la corona catalanoaragonesa en Sicilia en 1299, culmina la primera parte de un proyecto cultural que arrancó hace siete años de la mano del propio director del cenobio. Ahora quedan pendientes las reproducciones de los otros tres sepulcros que, igual como el de Àlvar de Àger, se vendieron en 1906 y acabaron saliendo del país, como desgraciadamente sucedió con muchas otras obras del patrimonio artístico. Se trata de los sepulcros que integran el panteón de los condes de Urgell en el monasterio, con el de Ermengol X a la cabeza y uno doble perteneciente a sus padres, Àlvar I y Cecília de Foix.

Porta acabó convenciendo en 2018 a la diputación de Lleida para ‘retornar’ los cuatro sarcófagos en una operación “pionera en Catalunya”. Así lo explicó Pere Rovira, responsable de pintura mural y escultura en piedra del Centre de Restauració de Béns Mobles de la Generalitat, encargado de la supervisión de un proceso que comenzó con el escaneado digital en 3D de los sepulcros en el Metropolitan Museum y que ha pasado por la empresa 3dtecnics de Olot, encargada de la reproducción. Su responsable, Francesc Montero, recordó con orgullo que “hace casi 30 años que elaboramos réplicas en gran formato para museos y escultores”, pero reconoció que “este primer sepulcro ha sido el más fácil porque los otros tres lucen más figuras esculpidas y costará más tiempo reproducirlas”.

Montero se explayó en la calidad de una reproducción elaborada con unas resinas especiales, patentadas por esta empresa de la Garrotxa, “más fuertes que la piedra arenisca original”. El resultado son casi 800 kilos entre la caja sepulcral, las dos ménsulas que la soportan y la pieza superior con la escultura que tapa el conjunto funerario. Desde la Diputación, su vicepresidenta y también alcaldesa de Os de Balaguer, Estefania Rufach, informó que esta copia ha costado cerca de 30.000 euros, antes de asegurar que “nuestra intención es abordar también el resto de reproducciones, aunque hay que contemplar el presupuesto”.

De todos modos, Rufach comentó con esperanza que “confiemos en que estaremos menos de siete años en hacerlas”. El responsable del monasterio aseguró que “nunca renunciaremos a recuperar los sarcófagos originales, pero con esta reproducción abrimos también un debate sobre el futuro del patrimonio y el arte museístico”. Porta está convencido que esto impulsará aún más el turismo cultural en un monasterio que recibe en torno a 35.000 visitantes al año.

“El reto es acabar el panteón dinástico e impulsar la ruta Comtes d’Urgell como elemento de identidad y atractivo turístico”, añadió. Para hacer más solemne el regreso de Àlvar de Àger, en otoño está prevista una inauguración oficial con asistencia del presidente de la Generalitat y responsables del Metropolitan de Nueva York.