POLÍTICA CULTURAL CARGOS
“Me tocó vivir momentos muy difíciles para el Museu de Lleida”
Josep Giralt se jubiló ayer y se despidió tras más de ocho años de director
Al punto de las tres de la tarde, Josep Giralt tomó ayer su cartera y cruzó la puerta de salida del Museu de Lleida, igual como ha hecho habitualmente durante los últimos 8 años y 8 meses que ha ejercido de director de la pinacoteca. Sin embargo, fue un día muy especial en su vida: la última jornada de trabajo al llegar a su jubilación. Unas horas antes, echando la vista atrás, aseguró a SEGRE que “me voy muy contento; aunque no tendría que decirlo yo, creo que he hecho mi trabajo lo mejor que he sabido y mi trayectoria en el Museu de Lleida ha sido positiva”. “Toda la gente me ha tratado muy bien, las administraciones del Consorcio han agradecido mi labor y han puesto recursos suficientes”, señaló Giralt, recordando que marcha con un presupuesto para el 2024 de unos 2,3 millones de euros, muy por encima de los 900.000 euros que él se encontró al llegar.
De todos modos, reconoce que “nos tocó vivir momentos muy complicados que afectaron al pal de paller mismo del Museu de Lleida”, en alusión al litigio del arte con Aragón. “Fue una pena y una desgracia, que coincidió con un momento de cambio en la relación entre España y Catalunya”, recordando sobre todo la entrega de las obras de Sigena, con Guardia Civil incluida en el museo. “Nunca me imaginé que pudiera pasar en un país con una democracia plena, como dicen, pero creo que el museo salió reforzado”, añadió. Aún no pierde la esperanza en recuperar las 111 obras de las parroquias aragonesas que salieron también hacia Barbastro. “Soy optimista, me costaría de entender que un derecho tan relevante como el de la usucapión, un concepto civil y no canónico, no nos dé finalmente la razón en un juzgado”.
“Necesitamos que abra el Morera”
En clave de futuro más inmediato para el Museu de Lleida, Josep Giralt aseguró que “necesitamos que el Morera se inaugure ya porque el músculo artístico de Lleida necesita de transversalidad y diversidad. Un museo de arte moderno y contemporáneo de referencia también puede atraer más visitantes a la ciudad y beneficiarnos todos planteando sinergias y proyectos en común”. Y en clave más personal, este historiador del arte de Balaguer valoró el tener a partir de ahora más tiempo para la familia, y también para una de sus pasiones, el mundo del Islam, recordando sus anteriores etapas en el Museu de la Noguera y las excavaciones en el Pla d’Almatà.