PATRIMONIO HISTORIA
El 'descubrimiento' del románico
Aunque las iglesias Patrimonio de la Humanidad de la Vall de Boí cumplen 900 años, no fue hasta principios del siglo XX que se valorizaron | Dos expediciones lideradas por Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch compitieron por ser las primeras en documentarlas
Las figuras del Davallament d’Erill la Vall. - ADOLF MAS/INSTITUT AMATLLER
El obispo Ramon de Roda consagró Sant Climent de Taüll el 10 de diciembre de 1123. Gracias al mapping de 2013 podemos hacernos una idea de qué vio al cruzar el umbral del templo ese lejano día de hace 900 años. Si en plena era audiovisual el público literalmente alucina en colores, en la Edad Media las iglesias de la Vall de Boí debieron dejar sin palabras a los feligreses. Pero a pesar de su indiscutible valor, los gustos cambiaron y el románico se devaluó hasta el punto de que los conjuntos murales del Mestre de Taüll se taparon con retablos más al gusto de la sociedad de su momento. No fue hasta principios del siglo XX que el románico volvió a ponerse de moda y dos arquitectos, Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch, lideraron dos expediciones para descubrir este patrimonio.
Domènech i Montaner fue el pionero. En 1893 empezó a trabajar enn un ambicioso proyecto al que dedicó diez años de su vida. Llegó a la Vall de Boí en 1904. Levantó planimetrías de los templos y dibujó con todo detalle el patrimonio conservado. Pero en 1907 Josep Puig i Cadafalch, que fue su discípulo, puso en marcha desde el entonces acabado de crear Institut d’Estudis Catalans la Missió arqueològica-jurídica de l’Institut a la ratlla d’Aragó. De esta aventura al más puro estilo Indiana Jones se conocen muchos detalles porque mosén Josep Gudiol dejó escrito un dietario. El 30 de agosto salieron de Barcelona y el 5 de septiembre llegaron a Erill la Vall después de una odisea por el puerto de Colomèrs. El primer gran descubrimiento son unas esculturas que les parecen “humans momificats”. Era el famoso Davallament, hoy conservado entre el Museu Episcopal de Vic y el MNAC. En Sant Climent de Taüll, “(...) darrere dels alts pinacles d’un retaule del segle XVI, va poder fer-se a la idea de com de meravellosa era la decoració de l’absis”. Buena intuición. Era el hoy mundialmente conocido Cristo Majestad de Taüll, un icono del arte románico.
Santa Maria de Viu de Llevata, el laboratorio de ideas del románico
En 1972 se hacían unas pequeñas reformas en el interior de la iglesia de Santa Maria de Viu de Llevata. El entonces párroco, Joan Mora, pidió ayuda al vecino Casimiro Macià para mover el altar, pero se necesitaron más manos, por lo que llamaron a los hijos de Macià. Uno de ellos, el escritor y profesor de la UdL Xavier Macià, recuerda la sorpresa que les produjo descubrir en el interior una cajita de madera que contenía un pergamino. Es el acta de consagración del templo, datada el 26 de noviembre de 1108. Esta lipsanoteca se conserva ahora en el Museu de Lleida y es la prueba de que Santa Maria fue la particular iglesia piloto del Senyor d’Erill, a partir de la cual impulsó las de la vecina Vall de Boí.