ARTE CERTAMEN
El primer premio Horitzons, para Italia
La artista lombarda Silvana Martignoni gana este nuevo galardón de grabado con la obra 'Fantasia, Luogo e Memoria'
Se exhibe en el Museu de Lleida hasta el 7 de enero junto con seis finalistas
La artista italiana Silvana Martignoni, con cuatro décadas de trayectoria profesional, se llevó ayer la primera edición del premio Horitzons de grabado, una de las actividades estrella de la recién creada Fundació Privada Horitzons 2050, impulsada por el mecenas, escritor y activista cultural leridano Antoni Gelonch. Martignoni, nacida en Busto Arsizio, en la Lombardía, cerca de Milán, se mostró “emocionada” en el Museu de Lleida al recibir el diploma de ganadora de este premio, el mejor dotado en España de la especialidad de grabado, con 5.000 euros. Martignoni añadió que “resulta excepcional para mí encontrarme en Lleida rodeada de gente que ama esta técnica artística”. Gelonch presentó la obra ganadora por unanimidad del jurado, titulada Fantasia, Luogo e Memoria, en la que “la artista ha utilizado diversas técnicas de grabado calcográfico, como el aguafuerte, la aguatinta, la ‘manera negra’ o la media tinta, para crear un árbol del ‘buen espíritu’ que me recuerda al Renacimiento y que infunde belleza y serenidad al contemplarlo”. El público podrá verlo en el Museu de Lleida hasta el 7 de enero en una exposición junto a otras seis obras finalistas, de los catalanes Marta Torres y Tomàs Pariente, la valenciana María José Planells, el mexicano Ernesto Alva, la italiana Chiara Pasqualotto y la bielorrusa Angela Malyshaya. Gelonch destacó la sorpresa al recibir en esta primera edición del premio 105 obras de 64 artistas de 17 nacionalidades, “lo que demuestra que el grabado es una de las bellas artes más vivas y democráticas”. También aseguró la continuidad de este certamen bienal, que volverá a convocarse en 2025.
¿Qué mensaje transmite la obra ganadora?
El amor por la naturaleza y también al trabajo laborioso y fantástico que representa este grabado, para el que he utilizado todas las técnicas posibles que he estado practicando desde que tenía 18 años.
¿De dónde surge su pasión por la técnica del grabado?
Cuando estudiaba en la Academia de Belles Artes de Milán dibujaba y diseñaba, pero echaba en falta alguna cosa. Entonces, me introduje en el grabado y apareció todo un mundo en el que percibí que podía hacer muchas más cosas y más variadas.
De hecho, en 1983 ya ganó un premio internacional.
Sí, fue la primera edición del premio de dibujo de la Fundació Joan Miró, en Barcelona. En 2016 también me dieron un premio internacional en Tarragona. Y ahora en Lleida. ¡Aquí en España, siempre se han portado muy bien conmigo!
¿Qué les diría a aquellos que piensan que el grabado es un arte de ‘segunda división’?
Pues que si amas y aprecias esta técnica artística y conoces el trabajo que cuesta crear un grabado, está al mismo nivel que las bellas artes tradicionales de la pintura o la escultura. A nivel del mercado del arte, el grabado es muy desconocido. Por eso yo no estoy por editar obras con grandes tiradas, sino limitarlas a 100 ó 200 para mantener la calidad.
¿Cree que las nuevas tecnologías y el arte digital acabarán por erradicar las bellas artes?
No lo sé, no me atrevo a predecir el futuro, pero a mí me gusta el arte más tradicional.
«¡Aquí siempre se han portado muy bien conmigo!»