LIBROS NOVEDAD
Utopía rural de Albert Villaró
El escritor de La Seu d'Urgell publica hoy 'Tercer origen', su primera novela juvenil
Una historia de “supervivencia colectiva”, con un guiño a Pedrolo
El escritor andorrano nacido en La Seu d’Urgell Albert Villaró llega hoy a las librerías con su primera novela juvenil, Tercer origen (Estrella Polar - Grup 62). Aunque no está completamente de acuerdo con el calificativo: “Los adultos que ya han leído la historia me dicen que les ha gustado mucho”, explicó ayer el autor a SEGRE, asegurando que la novela no está pensada solo para jóvenes, “la pueden leer todos, incluso los adolescentes”. De hecho, su primera incursión en el género fue motivada porque “quería escribir una narración más corta, y claro, la protagonista es una jovencita”. Se trata de Irene, una preadolescente de 12 años, a la que sus padres anuncian que dejan la ciudad donde viven, Sabadell, para mudarse a un pequeño pueblecito del Pirineo, Llobarca, el escenario rural que Villaró creó en uno de sus primeros thrillers, Obaga (2003). Al poco de llegar, estalla una terrible pandemia y todo el mundo trata de escapar de las ciudades. El aislamiento de Llobarca acaba salvando al pueblo. “En seguida me di cuenta de que esta historia era como un guiño de homenaje a Manuel de Pedrolo y su Mecanoscrit del segon origen. Aquella era una historia de supervivencia de una pareja y, en la mía, de supervivencia colectiva, como una utopía rural”, afirmó. Tercer origen es “la vida en un pueblo del Pirineo –que está aislado y cuyos habitantes deben hacer frente a un conflicto–, vista con los ojos de una niña de ciudad recién llegada”, añadió Villaró.
Emergencia climática, naturaleza y megalópolis
■ Aunque no de una forma explícita, la pandemia de la Covid está en la base del argumento de Tercer origen. En este sentido, Villaró comentó que “la historia explota en cierta manera la idea de la indefensión cuando ocurre una catástrofe como aquella; hasta que pasa éramos los reyes del mambo, pero a partir de entonces, cuando nuestro mundo explota, no sabemos qué hacer”. El escritor advirtió que “con la emergencia climática veremos cosas parecidas”. Eso sí, concluyó que “los entornos pequeños son lugares más razonables para vivir que las megalópolis”.