Llorenç Capdevila recuerda al último maquis catalán

Con más de dos décadas de una trayectoria literaria con acento especial en la novela histórica, el leridano Llorenç Capdevila (Alpicat, 1969) confiesa que siempre le ha interesado la figura de los maquis, las guerrillas antifranquistas activas sobre todo tras la II Guerra Mundial y durante la década de los 50. Afincado desde hace unos años en Castellnou del Bages, era inevitable que se sintiera atraído por la historia de Ramon Vila Caracremada, ‘oficialmente’ el último maquis de Catalunya, asesinado por un grupo de guardias civiles en esta misma localidad en agosto de 1963. Una atracción que se ha traducido en la novela Li deien Caracremada (Empúries), que mañana a las 18.30 presentará en la librería La Fatal de Lleida en un acto conducido por la directora de SEGRE, Anna Sàez. “También me han interesado siempre estos personajes abocados a una huida hacia adelante, sin poder ir marcha atrás, y que todos sabemos cómo acabarán”, explicó el escritor, recordando también el personaje de su novela Serrallonga, l’últim bandoler (2006). Capdevila deja claro ante todo que no es una biografía sino una obra de ficción, con dos jóvenes protagonistas y un guardia civil obsesionado con acabar con Caracremada. “Fue una persona que estuvo luchando durante toda su vida, desde antes de la Guerra Civil, y en el Bages aún hay gente que lo recuerda”, añadió el autor.