La Fira de Titelles celebrará su 35 edición con 35 espectáculos

La Fira de Titelles de Lleida llegará en mayo a su 35 edición y lo celebrará con 35 propuestas de espectáculos, que supondrán algo más de un centenar de funciones en más de una veintena de espacios interiores y exteriores de la ciudad, a cargo de 33 compañías: 13 catalanas (cuatro de ellas de Lleida), 10 de otras comunidades del Estado y 10 más de diversos puntos del mundo. Los organizadores, los dos responsables del Centre de Titelles, Elisabet Vallvé y Oriol Ferre, destacaron ayer en la presentación del certamen que el evento pasará de los tres días de los últimos años a cuatro, del 2 al 5 de mayo, con un presupuesto que alcanzará los 250.000 euros, 25.000 más que en 2023. La concejala de Cultura de la Paeria, Pilar Bosch, celebró que “Lleida se convertirá de nuevo en un gran teatro titellaire, con más de 40.000 espectadores, y también en una gran plataforma de mercado y divulgación artística”. El director del Institut d’Estudis Ilerdencs, Andreu Vàzquez, manifestó el “doble éxito” que supone la Fira: “Nos hace felices como ciudadanos e impulsa que estos profesionales de las artes escénicas puedan vivir de sus producciones”. Por su parte, el delegado de Cultura de la Generalitat, Albert Turull, destacó la “importancia a nivel nacional e internacional de una Fira estratégica”, que recibirá la visita de más de 300 profesionales, agentes, actores y programadores de espectáculos procedentes de diversos países de Europa y también de Canadá, Brasil o Corea del Sur.

El teatro de la Llotja acogerá el espectáculo inaugural, Dracula-Lucys Dream, de la compañía franco-noruega Plexus Polaire, “un montaje visual muy potente, con marionetas de tamaño humano, que sorprenderá al espectador con una singular adaptación al género titellaire del clásico personaje de Drácula, enfocado desde el punto de vista de una mujer y su lucha contra un demonio interior”.Un punto destacado del programa será la exposición La ciutat de les llums en el Museu de Lleida, un proyecto dirigido por el chileno David Zuazola con la colaboración de más de 500 niños y alumnos de diversos centros de Lleida para recrear los edificios de la ciudad en una maqueta gigante a escala.