Una dama leridana de 3.500 años

La primavera de 2004, ahora hace veinte años, un grupo de espeleólogos aficionados de Isona se encontró con un hallazgo excepcional mientras inventariaban cuevas por el Prepirineo de Lleida. En la Cova de Montanissell, en el municipio de Coll de Nargó, se toparon al final de un estrecho pasadizo y de un pozo de más de veinte metros de hondo con una cámara funeraria que guardaba los restos inhumados de ocho individuos de unos 3.500 años de antigüedad: una mujer y un hombre adultos, una joven de en torno a los veinte años y cinco niños de diferentes edades. Además, el esqueleto de la mujer ‘lucía’ un ajuar de características únicas en Catalunya: dos brazaletes en espiral y una diadema de bronce, lo que provocó que fuera ‘bautizada’ desde entonces como La Senyora de les Muntanyes. Los restos humanos y las joyas se exhiben en el Museu d’Arqueologia de Catalunya (MAC), que acaba de desvelar los resultados de nuevos estudios e investigaciones antropológicas gracias a la utilización de innovadores análisis científicos en uno de los centros europeos especializados más modernos, el Géosciences Environnement de Toulouse, en Francia. La arqueóloga y antropóloga Núria Armentano, directora del laboratorio de Paleopatología del MAC y profesora de la Universitat Autònoma de Barcelona, encabezó el pasado 8 de marzo una jornada en el museo barcelonés titulada Despertant la Dama de les Muntanyes, con la participación de diversos especialistas así como del arqueólogo leridano Josep Gallart, responsable del servicio arqueológico de la Generalitat en Lleida en la época del descubriento de estos restos humanos de la época del Bronce.

“Gracias a los análisis genéticos de ADN, ahora sabemos que esta dama enjoyada, que tenía entre 35 y 45 años, no era la madre de ninguno de los niños”, explicó Armentano, que quiso destacar la “excepcionalidad” del ajuar que lucía. “No se han encontrado casos similares en el resto de Catalunya. Solo hay parecidos en la cultura de El Argar, en el sur de la península ibérica; en el sur de Francia, o en el centro (Suiza) o este de Europa (Hungría)”. Armentano comentó que “al principio parecía que este grupo de individuos podría haber llegado al Prepirineo desde alguno de estos lugares, pero los nuevos análisis han desvelado que probablemente todos había nacido muy cerca del lugar donde fueron enterrados. Las joyas podían haber viajado, pero ellos eran muy locales”. Los análisis de isótopos estables en muestras de dientes y costillas también han permitido descubrir mucha información sobre su alimentación. “Tenían una dieta muy vegetariana, con poca proteína animal. Desde el destete, a los 2 ó 3 años de edad –lo que rompe la creencia de que en la prehistoria tomaban el pecho materno hasta más tarde, al menos los los 7 años–, lo que comían y bebían era del territorio”, aseguró.Los nuevos resultados antropológicos han permitido avanzar en la investigación sobre este singular grupo humano de la Cova de Montanissell, pero muchos interrogantes siguen en el aire: ¿Quién era esta Dama con joyas de bronce? ¿Los ocho eran familia? ¿Por qué estaban enterrados ocultos en lo más profundo de una cueva?..