Fallece el histórico dibujante de raíces leridanas Antoni Borrell

El nombre del dibujante, ilustrador, historietista y guionista barcelonés de raíces leridanas Antoni Borrell Pujol figura a pie de página o en la portada de centenares de cómics, ‘tebeos’, historietas y personajes de aventuras ilustradas publicadas en España y también en el extranjero desde mediados de los años 50 del siglo pasado. Borrell Pujol, afincado en Baldomar (Noguera), en la casa pairal de su familia materna, falleció hace el martes de la semana pasada a los 97 años, al no poderse recuperar de un golpe en la cabeza tras una caída. El dibujante tenía una verdadera pasión por Baldomar, desde que hace medio siglo comenzó a rehabilitar la casa familiar, donde reservó un espacio para su propio estudio de trabajo. Su hijo, también de nombre Antoni y también artista e ilustrador (colabora con trabajos para La Vanguardia o El Periódico, entre otros medios), explicó ayer a SEGRE que en Baldomar, a los pies del Montsec, “era el único lugar en el que podía vivir como Tarzán”. Y es que Borrell Pujol comenzó a ser conocido en la profesión en los años 50 gracias a las aventuras en la selva de Tamar, publicadas por el sello Toray, una adaptación del mítico personaje originario de Estados Unidos pero que, por razones obvias de derechos de autor, ‘cambió’ de nombre. Su hijo lamentó la pérdida de “un gran soñador” que, tras disminuir el trabajo de historietista y de cómic en España en la década de los 90, también se dedicó a pintar y esculpir. De hecho, las iglesias de Baldomar, Torregrossa y Les Pallargues lucen pinturas murales suyas y La Pobla de Segur, de donde procedía su familia paterna, cuenta con una escultura suya dedicada al general Moragues, estrenada en 1998.

El dibujo y la pintura no fueron sus únicas pasiones. El contacto con la naturaleza en la Noguera propició que fuera un gran excursionista y amante de la arqueología. En este sentido, Borrell Pujol llegó a ser consejero adjunto del Institut d’Estudis Ilerdencs en el ámbito de la arqueología y paleontología, y llegó a fundar en 1970 en Baldomar el Museu Arqueològic i Paleontològic de esta localidad del municipio de Artesa de Segre.Borrell Pujol fue enterrado el pasado jueves en el cementerio de Baldomar. Su hijo comentó que “me gustaría poder organizar algún acto de recuerdo u homenaje, porque él amaba esta tierra, mucho más que su Barcelona natal”. También señaló que “seguiré apoyando la actividad del museo, como hacía mi padre con los fósiles y restos arqueológicos que se encontraba por la zona” y no descartó en el futuro poder abrir un centro en esta población para documentar, conservar y exhibir el amplio archivo artístico que ha dejado el dibujante.