LLEIDA
“La librería infantil también es un agente de actividades familiares”
La librera y editora Mertxe París constata que el público de este sector “va a más”
Durante la diada, los autores de ficción, mediáticos y los best-sellers acaparan siempre la atención de los medios de comunicación, pero hay un sector editorial ‘invisible’ que no falla nunca, el del libro infantil y juvenil. “Tiene un público que cada vez va a más”, asegura la leridana Mertxe París, responsable de la librería El Genet Blau –con local homónimo también en Barcelona desde hace tres años–, editora y vicepresidenta del Gremi de Llibreters de Catalunya. “Ahora vienen familias especialmente para adquirir el primer libro de Sant Jordi para su hijo pequeño, incluso para bebés de un par de meses”, revela esta librera especializada en títulos para una franja de edad de hasta los 12 años. Y es que cada día más se editan libros que son casi como piezas de artesanía para jugar. “Son verdaderas obras de artesanía, con agujeros para meter los deditos o incluso convertirse en pequeñas marionetas, o con botones que al apretarse dejan escuchar sonidos o pequeñas historias que hacen las delicias de los más pequeños”, describe París. De hecho, “también ha aumentado mucho la venta de cara a la campaña navideña porque las familias compran estos libros como si fueran juguetes de regalo para los niños”.
Eso sí, París afirma que “además de librerías somos agentes culturales de actividades para las familias”. Como cuentacuentos (“los padres están muy motivados de cara a explicar historias y cuentos a sus hijos”) o presentaciones a los más pequeños, como la que disfrutaron ayer frente a la librería del que puede ser uno de los títulos de la diada: La llegenda de Sant Jordi de cap per avall (Comanegra), de Tina Vallès y Òscar Julve. París también apuesta por otros: Bunji, la petita coala, basado en el espectáculo de los leridanos Festuc Teatre, y El caragol blau, con ilustraciones de Natasha Domanova, bielorrusa afincada desde hace años en Balaguer, ambos del sello Nandibú.