Música clásica de alto nivel

La Acadèmia Internacional de Música de Solsona (AIMS) llega a la 23 edición, que empezó este fin de semana, con 120 estudiantes de diferentes países. Algunos participan por primera vez, como Stefania Chasapi, de Grecia, mientras que otros ya hace años que asisten, como Cèlia Roca, de Santpedor, que con 19 años ya ha estado en seis ediciones. Actualmente estudia en Holanda y uno de los motivos por los que regresa es el cuadro de profesores de los que, dice, puede aprender, pero también por la experiencia que representa y la oportunidad de conocer a personas que sienten la música como lo hace ella. Por su parte, Chasapi, de 24 años, es la primera vez que visita Solsona y explica que uno de sus profesoras en Friburgo (Alemania), donde estudia, le habló del festival y le dijo que viniera. También es la primera vez que imparte clases en la AIMS Pierre-Emmanuel de Maistre, profesor de violoncelo, que valora la oportunidad que representa para los alumnos.

El director del festival, Peter Thiemann, señala que desde los inicios le gusta el contacto con el público porque “es muy próximo y personal”, lo que, añade, ofrece la posibilidad de no ser tan anónimo como sería en una sala grande de Barcelona. “A la gente le gusta hacernos preguntas, también a los alumnos, y que les podamos contestar”, dice. Además, explica que el público le hace peticiones para el año siguiente. Thiemann siente que Solsona se vuelca con el AIMS durante el mes de agosto y destaca que la acogida “es muy buena”. El festival se alargará hasta el 17 de agosto con más de 40 actuaciones en varias comarcas.