LLEIDA
'Gamberrada' en el Museu Morera de Lleida contra la cartela de una foto creada de forma voluntaria con IA
La pieza es del leridano Jordi V. Pou y cierra el recorrido de la actual exposición inaugural. Tachadura con bolígrafo, crítica con la descripción
La Inteligencia Artificial (IA) ha irrumpido en nuestras vidas como una de las tecnologías más transformadoras en la sociedad actual. Pero también ha abierto una gran controversia sobre sus límites, entre los que piensan que puede mejorar muchos ámbitos y otros que lamentan que todo empeorará. El debate entre lo que es realidad y ficción es una de las razones que han motivado que el fotógrafo leridano Jordi V. Pou (1968) trabaje desde hace unos años en este terreno. Un ejemplo de ello es una de sus últimas imágenes, una espectacular fotografía cedida al Morera Museu d’Art Modern i Contemporani, que cierra el recorrido cronológico de la actual exposición inaugural de la pinacoteca. La imagen, creada de forma voluntaria con herramientas de inteligencia artificial, ha recibido esta semana una ‘crítica’ que no ha pasado desapercibida para el fotógrafo ni para los responsables del museo.
El propio artista ha colgado en sus redes sociales este ‘atentado’ en forma de una tachadura con bolígrafo en la cartela que acompaña la imagen. Pou explicó ayer a SEGRE que “no le hemos dado demasiado importancia a esta acción, seguramente de un ‘talibán’ de la fotografía que, en realidad, se ha equivocado porque ha tachado la palabra ‘fotografía’ cuando en realidad debería haberlo hecho con mi nombre como autor de lo que, sin duda, es una imagen fotográfica”.
Una “gamberrada”, como definió el propio fotógrafo este borrón con las siglas al lado ‘AI’ (inteligencia artificial en inglés). Con esta foto, titulada Taronges 1827-2023, Pou ha querido rendir homenaje a la primera imagen fotográfica conocida de la historia, de 1827, tomada desde el interior de una habitación hacia la ventana. “En este caso, la vista de 2023 muestra edificios de un gran urbe degradada, pero con naranjas por el suelo, que era la fruta que en la pintura renacentista simbolizaba la esperanza en el futuro”, comentó Pou.