LIBROS PRESENTACIÓN
“Había expectativas de que la educación nos liberaría”
El filósofo leridano Ferran Sáez razona su decepción en 'La fi del progressisme il·lustrat'. “Cada vez hay más terraplanismo”
El nuevo libro del escritor, filósofo y profesor universitario Ferran Sáez (La Granja d’Escarp, 1964), La fi del progressisme il·lustrat (Pòrtic), ya va por la segunda edición a los quince días de su publicación. Toda una satisfacción al tratarse de un ensayo, un género que “es lo que hace que una cultura sea sólida, y que sea leído por el público adulto”. Y eso que en su nuevo libro, Sáez lamenta el final de “aquella idea de que el progresismo es positivo para el buen funcionamiento de la sociedad”. El escritor reflexiona sobre por qué “donde debería haber luz y racionalidad, cada vez hay más oscuridad, confusión, terraplanismo..., involución, decadencia”. Acudiendo a la historia más reciente de las sociedades occidentales, Sáez remarca que “ha sucedido una cosa que no estaba prevista cuando éramos jóvenes: entonces pensábamos que si la mayoría de la gente tuviera acceso a la cultura podría leer a Shakespeare o escuchar a Bach; pues resulta que ahora que puedes hacerlo de forma gratuita en páginas pdf o en YouTube, el resultado es que no los mira o escucha nadie. ¡Es decepcionante!”. Hay múltiples explicaciones posibles ante este fenómeno, pero Sáez también apunta que “quizás teníamos demasiadas expectativas de que la educación nos liberaría y al final no ha sido así”. El resultado que lamenta el filósofo y escritor es que “la gente opta cada vez más por las soluciones más primarias y sencillas a los problemas complejos, y ahí emergen figuras como Milei o Trump, que no son dictadores sino que los han votado en unas elecciones”. Atribuye parte de la culpa a “la actitud dimisionaria” de las izquierdas: “Si tienes un problema con la hipoteca, no puede ser que te hablen de las ballenas en la Antártida; así, acaban votando a aquellos que ofrecen soluciones fáciles, aunque sean falsas”. Sáez también lamenta en su nuevo libro “la barrera que han situado las redes sociales entre las personas, que se podrían comunicar de forma natural cara a cara, porque las redes de verdad son la familia y los amigos, pero esto ya parece cosa del pasado”.