LLEIDA
Lleida se despide de Joaquín Ureña, "el artista que daba color y nombre a lo cotidiano”
Centenares de personas dan su último adiós a Joaquín Ureña en Sant Joan. “De él aprendimos que podíamos ver pintada la música y la danza y que el verde oscuro se hacía mezclando negro y amarillo”
Una iglesia de Sant Joan llena hasta los topes despidió ayer al gran aquarelista de Lleida, Joaquín Ureña, el artista “que daba color y nombre a las cosas que nos rodean, a lo cotidiano”. Una definición que empleó el capellán de la iglesia, Xavier Navarro, para describir el legado del brillante pintor, que falleció la madrugada del viernes al sábado a los 78 años.
La ceremonia religiosa empezó poco antes de las cuatro y media de la tarde y entre los asistentes no faltaron los principales nombres del mundo del arte y la cultura de Lleida, como el pintor Perico Pastor, el galerista Piti Segura, el director del Museu Morera, Jesús Navarro, la directora de l’Espai Cavallers, Roser Xandri, o los fotógrafos Jordi V. Pou o Lleonard Delshams, entre otros muchos. El capellán reconoció al empezar la ceremonia que se sentía “soprepasado” por la figura de Ureña, del que alabó su amor por Lleida y “cómo la ha representado, difundido y dado a conocer por todo el mundo con sus obras, mostrando su enorme cariño por esta tierra y por sus gentes”.
También intervino en nombre de la familia y amigos Helena Esteve, que dijo que “de él aprendimos que no existe el acuarelista, sino el pintor que trabaja con acuarelas, que podíamos ver pintada la música y la danza y que para conseguir el verde oscuro se hacía mezclando negro y amarillo”. También recordó que “su ilusión, en sus últimos días, era inaugurar su exposición en Madrid, que será el próximo martes [mañana], pero los médicos le desaconsejaron viajar”, y que cuando los cuadros emprendieron su viaje a Madrid el pasado miércoles “quedó descansado”.
También recitó el poema Un día seré mort de Miquel Martí i Pol y Al color de Rafael Alberti. Acabó su intervención agradeciendo la presencia de todos sus asistentes y a la viuda de Ureña, María del mar. “A Joaquín lo conocimos por ella, porque ella fue la que lo hizo posible”, acabó Esteve, cuya intervención fue aplaudida por todos el público asistente.