ARTE EXPOSICIÓN
La pintura del Prado atrae visitas al Museu de Lleida
Más de 900 personas disfrutaron de una obra de Van Dyck cedida por la pinacoteca nacional. Proyecto 'El arte conecta'
No todos los días puede verse en Lleida una pintura icónica de la colección del Museo del Prado. Por ello, más de 900 personas aprovecharon la ocasión para visitar a lo largo de un mes la obra cedida al Museu de Lleida por la pinacoteca nacional, un retrato pintado por el artista flamenco Anton van Dick en 1638, en el marco del proyecto El arte que conecta. Se trata de una iniciativa conjunta del museo madrileño y de Telefónica, en la conmemoración este 2024 del centenario de esta empresa de comunicación.
El Prado informó esta semana que la cesión de diversas obras de su colección a 18 museos de otras tantas ciudades de todo el país ha repercutido en un total de 100.622 visitantes. De ellos, 922 pasaron por el espacio habilitado para la pintura en el Museu de Lleida, una de las capillas del siglo XVII del edificio, donde ‘dialogó’ entre el 23 de septiembre y el 20 de octubre con otra pintura del Museo del Prado, también del siglo XVII, que forma parte de las 16 obras en depósito del museo madrileño en Lleida desde hace décadas. Así, el público pudo disfrutar de forma temporal del cuadro Retrato de Beatriz van Hemmema, condesa de Oxford, obra de uno de los grandes artistas de la época, el flamenco Van Dyck, el más significativo después de Rubens.
La cesión temporal de obras del Prado a 18 museos de todo el país ha sumado 100.000 visitantes
En el mismo ámbito del Museu de Lleida, el visitante puede admirar en la exposición permanente otro lienzo del Prado, El rey godo Agila, también del XVII, del vallisoletano Antonio Pereda. El proyecto El arte que conecta ha supuesto desde el pasado mes de abril el ‘viaje’ de obras Velázquez, Goya, Ribera, Murillo y otros de los grandes maestros del Prado por 18 ciudades de toda la geografía española. El Museo de Bellas Artes de Granada (con más de 23.000 visitantes), el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (más de 18.000) y el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (con casi 11.000) fueron los equipamientos que más visitantes recibieron en sus salas atraídos por estos depósitos temporales.