Silencio sepulcral en torno a las visitas gratuitas a monasterio aragonés de Sijena: cero peticiones
Pese a su estatus de BIC, el monasterio de Sixena no ha recibido peticiones para acceder sin coste, según la consejería de Cultura
Una empresa de renovables pretén instal·lar aerogeneradors de 200 metres d’altura al costat del monestir de Sixena. - SIJENA SÍ
El monasterio de Sijena, ubicado en Aragón, se encuentra en el centro de una polémica cultural y turística. Pese a haber sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1923, lo que implica la obligación legal de permitir el acceso gratuito al menos cuatro días al mes, el recinto no ha recibido ni una sola petición en este sentido por parte de los ciudadanos.
Así lo ha revelado la consejera de Cultura del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, en respuesta a una pregunta parlamentaria de la diputada de Chunta Aragonesista, Isabel Lasobras. La situación contrasta con la de otros monumentos aragoneses declarados BIC, como una de las torres del Pilar, el castillo de Loarre, los monasterios nuevo y viejo de San Juan de la Peña o la iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca, que sí han recibido solicitudes de visita gratuita.
Un monasterio envuelto en la polémica
El monasterio de Sijena saltó a los titulares en 2017, cuando un contingente de la Guardia Civil se personó en el Museo de Lleida para incautar una serie de obras de arte que se encontraban allí expuestas y trasladarlas de vuelta al cenobio aragonés. Desde entonces, estas piezas han permanecido ocultas al público, sin que exista aún una fecha prevista para su re-exposición.
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La polémica en torno a la propiedad de estos bienes culturales ha enfrentado a las administraciones de Aragón y Cataluña, en una disputa que aún colea. Mientras desde la consejería aragonesa se insiste en que las obras deben permanecer en Sijena, desde el Gobierno catalán se ha criticado la forma en que se produjo su traslado.
La ley de Patrimonio Cultural y los BIC
La Ley de Patrimonio Cultural de Aragón establece que los bienes inmuebles declarados de Interés Cultural deberán permitir la visita pública y gratuita al menos cuatro días al mes, en días y horas previamente señalados. El objetivo es facilitar el acceso de los ciudadanos al patrimonio cultural y fomentar su conocimiento y valoración.
Sin embargo, la aplicación práctica de esta norma no siempre es sencilla. La consejera Hernández admite que su departamento está "procediendo al estudio detallado de las circunstancias de cada bien y los términos establecidos o a establecer reglamentariamente para cada uno de estos". Es decir, que la casuística de cada monumento es diferente y requiere un análisis pormenorizado.
