DEPORTES
Messi los guía a la victoria
El Barça consumó de manera contundente su semana de redención tras caer contra el Alavés y, después de castigar con dureza al Celtic de Glasgow en la Champions, hizo lo propio ayer con el Leganés en su visita a Butarque (1-5), que fue un paseo para el tridente, de nuevo clave para sumar tres puntos más.
Una vez más, Luis Enrique apostó por las rotaciones en su once inicial y con sorpresas, sobre todo en la ubicación de sus jugadores. A la ausencia ya conocida de Busquets en el centro del campo se sumó la de Sergi Roberto, que ocupó plaza en el banquillo pensando en el duelo del miércoles ante el Atlético de Madrid. Ambas circunstancias propiciaron una modificación de dibujo con defensa de tres compuesta por Piqué, Mascherano y Umtiti, situando a Rakitic en el mediocentro haciendo de Busquets. El croata sufrió en su nueva posición, igual que Mascherano, al que se le vio impreciso en ocasiones.
El Barça decidió el partido en una primera parte en la que exhibió la pegada de su tridente de oro
Sin Busquets ni Sergi Roberto, que fue reservado, Mascherano jugó de lateral y el argentino sufrió
El experimento tenía algo de osadía ante un rival que estaba dispuesto a morder desde el arranque sin preocuparle las consecuencias. Carentes de complejos, los blanquiazules apostaron por una presión alta que dificultaba la salida de balón visitante. La idea, marcar un gol tempranero y resistir.
Hombres como Neymar e Iniesta no se encontraban cómodos en la conducción y a las pérdidas les seguían rápidos contraataques del Leganés, que llevaba peligro por los extremos y encontraba en Gabriel al canalizador del juego de ataque. Un centro suyo lo cabeceó Medjani por encima del larguero.
Hacía falta alguien que encendiera la luz del Barcelona y en esta ocasión se encargaron de hacerlo los de siempre, Messi y Luis Suárez. No habían avisado, no habían intimidado, pero aparecieron para reinventar el relato de los hechos.
A los quince minutos el argentino bajó hasta campo propio para enviar de primeras un pase en profundidad al uruguayo. Iniciaron entonces los dos una carrera desbocada en paralelo que acabó en el área, con el argentino empujando a la red la asistencia precisa del uruguyo, que por velocidad había superado a su marcador.
Ya con la tranquilidad de ir por delante y con los anfitriones dispuestos a seguir intentándolo sin complejos, el equipo azulgrana comenzó a encontrarse cómodo. Insua obligó al lucimiento de su compañero Serantes en un balón que desvió con la cabeza, mientras que Suárez y Messi volvieron asociarse para hacer subir el 0-2. Fue a la media hora. Un balón muerto lo cazó el astro argentino y a la sombra de la media luna fue sorteando contrarios hasta plantarse frente a Serantes. Ante la tesitura de terminar él la acción o regalarle el tanto a Suárez, eligió la segunda y el uruguyo dejó su sello.
Faltaba Neymar por marcar en la llamada ‘MSN’ y cumplió con su papel. Lo hizo al filo del descanso cuando puso el broche a una jugada que, de nuevo, había empezado con la combinación de sus dos compañeros de ataque, con Suárez dando el pase final al brasileño, que solo tuvo que empujar el balón al fondo de la red. Todo sentenciado, pese a lo cual la grada despidió a los suyos al intermedio gritando ‘Lega, Lega’.
De vuelta al verde salieron otra vez los ‘pepineros’ voluntariosos y Koné puso a prueba a Ter Stegen. Menos necesitaron los azulgranas para aumentar la cuenta. En su primer acercamiento, Bustinza derribó claramente a Neymar en el área y Messi transformó con acierto el penalti. A partir de ese momento desde el banquillo se empezó a mirar de reojo al partido contra el Atlético. Alcácer reemplazó a Suárez, Arda Turan a Rakitic y Denis a Iniesta. Este último cambio llegó poco después del golazo del partido, a cargo de Rafinha, con un golpeo imparable desde la frontal con destino a la escuadra.
Hasta el final, los de Garitano buscaron con orgullo la diana del honor y esta acabó llegando cuando quedaban diez minutos gracias a un impecable lanzamiento de falta de Gabriel. Fue el colofón a una jornada ya histórica, la primera en la que el Barcelona pisó Butaque.