El Espanyol, en descenso

Rossi, con una vaselina desde fuera del área en el minuto 90, y una carrera de Sisto en la siguiente acción, en la que regateó a medio equipo rival, rompieron un partido en el añadido y sentenciaron al Espanyol, que bajó la guardia en los momentos críticos y entra en zona de descenso a Segunda A.

Ambos equipos saltaron a Cornellà con revoluciones, pero sin excesiva fluidez. El cuadro gallego tomó la iniciativa con autoridad, pero se topó siempre con Diego López y el resto de la zaga local. La altura de Baptistao lo convirtió en la referencia momentánea del Espanyol arriba. El ex del Atlético recibió un centro de Reyes, sin poder rematar con nitidez. El Celta lo intentaba con alguna internada de Wass por la banda, aunque los compases finales de la primera mitad parecían propiedad del anfitrión.

Los blanquiazules decidieron, como al inicio en la primera mitad, no correr excesivos riesgos y esperar a un contraataque oportuno. El Celta, por su parte, apostó por un mayor desparpajo. En el 67’, el escenario empeoró para Quique. Reyes se lesionó y entró Jurado. Rossi, por su parte, saltó al campo por Bongonda. El italiano, justo tras pisar el verde, firmó una contra, solo contra tres defensas, que frustraron su escapada. Con 15 minutos para el pitido final, el encuentro se aceleró. Pero el mazazo más duro fue el de Rossi. El italiano recibió un pase largo y dibujó una vaselina que sentó a Diego López y a toda la zaga en el 90’. Después, con el Espanyol noqueado, Sisto regateó a medio equipo arrancando desde su campo, se plantó en la frontal y sentenció con el 0-2 final. El colofón final a una noche de infarto.