LO MEJORLO PEOR
Césped talismán
El nuevo y espectacular césped del Camp d’Esports fue el mejor talismán para el Lleida, que ayer logró su primera victoria de la Liga al superar por 2-1 a L’Hospitalet, en el primero de los dos encuentros que tiene aplazados, precisamente por las obras de renovación de la superficie. Dos goles de Fran Moreno en los minutos 65 y 78 permitieron al Lleida remontar el que había conseguido el equipo barcelonés en el 52 y sumar tres puntos de oro que le dan un enorme balón de oxígeno. Ya tiene 5 después de una victoria, dos empates y dos derrotas. Y le sigue quedando pendiente el partido ante el Atlético Levante.
La Liga volvía ayer al Camp d’Esports después de 101 días sin fútbol. El último partido lo había jugado el Lleida el 19 de junio ante el Sevilla Atlético. Mucho han cambiado las cosas desde entonces. Para empezar, de los jugadores que saltaron al terreno de juego aquel día, no queda nadie. Bueno, Mia Guash, ayer titular por la ausencia de Òscar Rubio. Lo que aquel día esta un estadio repleto de aficionados entregados, ayer era un recinto con apenas un millar de espectadores y silencioso como si delante tuvieran una representación teatral, en lugar de un campo de fútbol. Solo tras el gol de L’Hospitalet se escucharon gritos de “Lleida, Lleida” y, ante la huelga de peñistas, tuvo que ser la siempre fría Tribuna la que intentara ambientar la situación.
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La otra diferencia es que, mientras en aquel ya lejano 19 de junio el equipo luchaba por el ascenso a Segunda A, ayer el equipo luchaba por tres puntos que le ayuden a enderezar el rumbo en la Liga y salir de las posiciones de descenso que ocupa provisionalmente al tener menos encuentros jugados que el resto de los rivales.
El nuevo Lleida jugó a ráfagas. Combinó minutos de buen fútbol, con otros de un inexplicable descontrol. Dominó el balón, tuvo la posesión y llevó siempre la iniciativa. Pero exhibió las carencias que le han llevado a llegar a esta cita con solo dos puntos y ninguna victoria. El rival le crea peligro con mucha facilidad, gracias a los numerosos huecos que ofrece el sistema defensivo, mientras que la creación es todavía sumamente dificultosa. Ha encajado al menos un gol en cada partido de Liga.
El Lleida de Siviero también mostró virtudes y que tiene suficiente margen de mejora como para que estas acaben pesando más que los defectos. El Lleida combina bien, tiene un exquisito trato del balón, jugadores de calidad y ganas de gustar. Pero es un equipo totalmente nuevo, que ha hecho una pretemporada atípica con salidas y entradas de jugadores hasta el último día.
Esta primera victoria llegó, además, después de remontar el gol de L’Hospitalet en un rasgo de carácter que permite mirar el futuro con optimismo. Ganó con tanto sufrimiento como merecimiento en un nuevo césped que resultó talismán.