DEPORTES_LUNES
Empanados
Un espectacular Celta de Vigo, tanto en ataque como en los marcajes individuales en defensa, superó ayer al Barcelona (4-3), castigado por su rival en cada error propio, con tres goles en diez minutos locos de la primera parte y con otro en la recta final, tras un monumental error de Ter Stegen, que lo mató cuando, enganchado a la calidad de Iniesta y los goles de Piqué, amenazaba con el empate. Salvo en el primer cuarto de hora, el problema del Barcelona en el primer acto estuvo en la elaboración, sometido por una asfixiante presión de los jugadores celestes, generosos en el esfuerzo, soberbios en lo táctico.
Los blaugrana no supieron aprovechar el empate del Real Madrid contra el Eibar en el Bernabéu para ascender a un liderato que se les escapó en tierras viguesas, y que se queda finalmente el Atlético de Madrid. Los de Eduardo Berizzo volvieron a sorprender al Barça, como ya hicieran el año pasado (4-1), y se pusieron con tres goles de ventaja en la primera mitad, aprovechando los errores defensivos del rival.
El conjunto vigués, muy intenso, marcó sus cuatro goles fruto de graves errores azulgranas
Luis Enrique ya había avisado en la previa de la peligrosidad de su exequipo, y no se equivocó. El asturiano volvió a hacer rotaciones y situó a Rafinha para hacer de Messi y reservó a Rakitic e Iniesta en el banquillo para dar entrada a Arda Turan y el portugués André Gomes, que debutaba como titular. El Barcelona, con un dibujo inusual, amagó una remontada que acabó quedándose en nada por los errores cometidos en campo propio, en especial por un Ter Stegen que de nuevo arriesgó en exceso. El doblete de Piqué hizo soñar al equipo, que tuvo que acabar encomendándose a un Iniesta que cumplió 600 partidos oficiales como blaugrana.
El Barcelona inició el encuentro siguiendo el guión previsto, adueñándose de la posesión frente a un rival replegado. Los de Luis Enrique se sentían superiores y trataban de llevar el peligro a la meta de Sergio Álvarez, aunque las ocasiones tampoco llegaban con claridad. Sin embargo, un Celta aparentemente dormido, golpeó en el primer error culé. Ter Stegen y Busquets no se entendieron y Sisto aprovechó el desconcierto para adelantar al conjunto vigués. Primer mazazo. El gol espoleó a los de Berizzo, que empezaron a llegar con peligro a la meta visitante.
Los gallegos aprovecharon la velocidad de su tridente ofensivo para duplicar la ventaja pocos minutos después. Iago Aspas se hizo con un balón mal despejado por Busquets, muy irregular en este arranque de temporada, y encaró a Piqué para poner el segundo tanto con un buen disparo cruzado desde la frontal. Pero no acabó ahí el festival goleador vigués. Instantes más tarde, otro error del Barcelona en la salida propició el tanto de Mathieu en propia puerta (3-0). El francés, lento en el cruce, envió el balón al fondo de la red al evitar el remate del rival.
Pero la entrada de Andrés Iniesta tras el descanso y un bajón físico del equipo de Berizzo, que cometió un enorme error al encerrarse en su campo y esperar al Barça, convirtieron, por momentos, la fiesta gallega en una auténtica pesadilla. El Barcelona se adueñó del balón y, apoyándose en la calidad del internacional español, empezó a crecer. Piqué puso el 3-1 que asustó todavía más a la afición gallega, que empezó a temer por la victoria cuando el portugués André Gomes forzó un penalti que transformó Neymar para reducir a un solo gol la diferencia.
Con Iniesta a los mandos, el Barça confiaba en otra remontada como la de Mönchengladbach del pasado miércoles, pero un clamoroso error de su portero Ter Stegen, al intentar picar el balón por encima del chileno Pabo ‘Tucu’ Hernández cuando este lo presionó dentro del área pequeña, lo condenó con otro gol y a la desesperación de sus compañeros. El tanto, no obstante, no acabó con las esperanzas azulgranas de pescar algo positivo en Balaídos, que volvieron a acercarse con otra diana de Piqué, ayer improvisado goleador, y pudieron acabar empatando el partido con dos ocasiones de Neymar y del propio central que no entraron de milagro, lo que hubiera sido un premio extra visto como había empezado el partido.
Pero la suerte no le sonrió esta vez al Barça, que con este resultado cierra este tramo entre parón de selecciones como lo empezó, con una derrota, tras cinco encuentros consecutivos sin perder.