Adiós al fútbol en tierra

Desde que el césped artificial viviera su particular ‘boom’ a principios de la década de 2000, los campos de fútbol de tierra y arena han desaparecido progresivamente en el fútbol leridano hasta encontrarse al borde de la extinción. Para alegría de madres y niños, atrás han quedado el barro, los charcos y aquellos partidos bajo la lluvia donde los críos, empapados y atenazados por el frío, apenas podían levantar el balón del suelo. Y otro tanto puede decirse del fútbol amateur. Según los datos facilitados por la delegación territorial de la FCF, en la provincia apenas quedan siete campos de tierra, que se encuentran en Bell-lloc, Torà, Vilanova de l’Aguda, La Pobla de Segur, Sant Guim de Freixenet, Alfés y Ribera d’Ondara.

Y hasta ahora también figuraba en esa lista el campo de L’Albagés, en el que desde julio se trabaja para colocar, en este caso, hierba natural. De hecho, el pasado viernes comenzó el sembrado y está previsto que pueda jugarse a partir de diciembre o enero. L’Albagés, que milita en Cuarta Catalana, jugó el primer partido que le tocaba en casa en la vecina Castelldans, donde también se entrena, y permutará el orden de los encuentros con sus rivales en la primera vuelta.

La iniciativa de L’Albagés, junto a otras para revitalizar el club, ha partido de cinco jugadores ahora directivos

La iniciativa ha partido de cinco jugadores del equipo, que además se han puesto al frente de la junta del club. Tres de ellos son de la localidad (Enric Moreno, Marc Nogué y Oriol Iglesias, que es el presidente) y dos más de Lleida (Jordi Luria y Àngel Oliva). Han conseguido implicar a todo el pueblo. Una empresa, Jardiper, se ha hecho cargo del sembrado, pero casi todo el trabajo es de los vecinos. “Por una parte era ventajoso para nosotros jugar en tierra, pero nos costaba traer jugadores. Había que mejorar las instalaciones y comenzar con un buen proyecto”, dice Jordi Luria.

El césped artificial se ha apoderado del fútbol leridanoBalaguer, Tàrrega, Mollerussa, Cervera, La Seu d’Urgell, Solsona, Guissona, Almacelles o Alcarràs son algunas de las poblaciones importantes leridanas que cuentan desde hace años con césped artificial, en algunos casos ya renovado incluso.