Gran victoria coral de del Actel Força Lleida

El Actel Força Lleida superó con autoridad al Cáceres (78-66) para sumar la segunda victoria consecutiva y confirmar que lo de hace una semana en Burgos no fue, para nada, fruto de la casualidad. Los de Borja Comenge, que ni tan siquiera forzó la reapación de Alzamora y Sutina, firmaron una primera parte de gran nivel, desarbolando a su rival tanto en defensa como en ataque y, pese a que sufrió un bajón al final del segundo cuarto y en el inicio del tercero, supo rehacerse con un juego coral que encandiló a la afición.

El Cáceres comenzó tomando la delantera gracias al acierto de Toledo desde los 6,75. Sus dos triples permitieron a los extremeños alcanzar una renta de seis puntos (2-8) superados los dos primeros minutos, en los que los leridanos se mostraron fallones. Pero fue algo pasajero, ya que de la mano de Demétrio, el Actel comenzó a reaccionar. Ocho puntos casi consecutivos del brasileño, todos en jugadas en el poste bajo o en contraataque –en el triple estuvo desacertado–, permitieron a los de Comenge ir recortando la desventaja hasta darle la vuelta al marcador, justo con un triple de Feliu a los dos segundos de entrar en pista (17-14). El parcial ya era de 15-6, al que le seguiría otro de 12-8 para cerrar el cuarto con la máxima renta para los de negro, siete puntos (29-22).

El Actel, jugando muchos minutos con dos bases, incluido el júnior Bergadà, había desarbolado por completo a su rival, incapaz no solo de parar las fulgurantes transiciones y el ataque estático local (anotaron casi todos los jugadores), sino también de encontrar situaciones de lanzamiento. Agotó varias posiciones y los tiempos muertos de Bohigas no daban con la tecla adecuada. En el segundo periodo la situación aún se puso más franca para los intereses leridanos. Y todo gracias a tres minutos estelares de Marc Martí. El canterano, cedido esta temporada por el CAI, encadenó ocho puntos consecutivos, con dos triples incluidos, e hizo disparar la ventaja del Actel hasta los 15 puntos (41-26) en el ecuador del cuarto.

Bohigas volvió a parar el partido porque este tenía visos de romperse. Pero no fue así, a pesar de que el Actel llegó a establecer otra máxima renta, ahora de 16 puntos, con lo que ya doblaba a su rival en el marcador a poco más de dos minutos para el descanso. El Cáceres puso entonces una marcha más, jugó más intenso y las diferencias empezaron a descender hasta el 45-34 del intermedio.

La desconexión del final de la primera parte tuvo un segundo acto en el arranque del tercer cuarto y el marcador se apretó aún más. Al Actel le costaba anotar, todo lo contrario que al Cáceres, que lo apostó todo al triple y le dio resultado. Anotó hasta 5 canastas de 6 intentos para dejar la renta en tan solo cinco puntos (56-51). Aún así, el equipo mantuvo la calma.

Comenge devolvió a pista a Mbaye y Feliu y el partido cambió. El senegalés se hizo grande en la zona, intimidando los tiros del rival y colocando dos tapones monumentales que permitieron rápidas transiciones, mientras que el manresano asestó dos golpes letales en forma de triple y otro del vinculado Hermet –premio para el avispado ojeador– casi sobre la bocina de final de periodo, que devolvieron la calma (64-53).

El Actel había salvado una situación delicada y lo había hecho, además, sin la eficacia de hace una semana en Burgos, lo cual dice mucho de un equipo que tiene muchos más recursos. En el último cuarto, los de negro ya no se dejaron sorprender. Aunque el Cáceres dio algún que otro coletazo, los triples ya no le entraron y el Actel, comandado por Rupnik, acabó tumbando al rival gracias al acierto exterior del propio esloveno, de un Nevels muy versátil y de un seguro de vida como Feliu. Todo para encadenar la segunda victoria, el mejor arranque de la historia del club, y dejar claro que este año el Força Lleida no va de farol.