Màrquez y Rossi exhiben una relación solo “profesional”

Un año después de que Valentino Rossi tumbara a Marc Màrquez de una patada en el Gran Premio de Malasia, tras una semana de críticas del italiano sobre el de Cervera, al que acusaba de haber ayudado a Jorge Lorenzo a ganar el título de MotoGP 2016, ambos pilotos regresan este fin de semana a Sepang sin cuentas pendientes, pero con una relación únicamente “profesional”. “Al final todo vuelve a la normalidad con el tiempo y si no hay nada nuevo que añadir, por mi parte no hay que volver a sacar el asunto”, afirmó ayer el piloto leridano durante la rueda de prensa previa al Gran Premio.

La controversia que se generó al no felicitar Rossi a Márquez por su título mundial en Japón quedó zanjada al explicar el de Cervera que el italiano le había felicitado ayer “al entrar en la conferencia de prensa, me ha dicho ‘felicidades por el título’ y lo importante es tener una relación profesional y como profesional tenemos que saber en todos los momentos reconocer cuando uno lo hace mejor”, para añadir que “el año pasado a mí me ganaron dos pilotos y les felicité también”.

Sobre la posibilidad de un nuevo pulso sobre la pista malasia, Marc recordó que “ya nos hemos encontrado este año y no creo que por ser este circuito va a cambiar algo, aquí pelearemos como siempre” y recordó que esta temporada no hubo muchos enfrentamientos directos con Rossi ya que “quizás la vez que más cerca lo tuve fue en Montmeló al principio de carrera, pero tuve que tirar la toalla al final. También en Silverstone”.

Rossi, por su parte, dijo que “todo lo que tenía que decir de la última carrera del año pasado ya lo he dicho y un año después pienso exactamente igual, y es mejor pensar en el final de este año, en estar bien porque hay todavía unos puntos importantes en juego”.

Por otra parte, el Circuit de Barcelona-Catalunya volverá a ser de nuevo el único trazado en albergar la pretemporada 2017 del Mundial de Fórmula 1, en una decisión adoptada por los equipos y dirigentes del campeonato y que convierte a Montmeló en sede exclusiva de los test oficiales que tendrán lugar en ocho jornadas, que se desarrollarán entre los meses de febrero y marzo.