Victoria con polémica

Cristiano Ronaldo, con tres goles, y Álvaro Morata, con otro más, rescataron al Real Madrid en Vitoria ante un Deportivo Alavés que se adelantó, jugó un buen primer tiempo pero acabó sucumbiendo en un partido con polémica. Y es que el colegiado decretó un penalti más que dudoso que permitió al portugués empatar.

Zidane alineó al trío estrella y el Madrid empezó mandando, pero fue el conjunto albiazul quien se adelantó al aprovechar un contraataque en el minuto 7. Theo llegó hasta la línea de fondo y Deyverson remató a la red, después de que la zaga madridista no acertara a despejar el balón. Y pudo llegar el segundo en el minuto 13, pero el remate de cabeza de Edgar Méndez se fue a la izquierda de la portería de Keylor Navas. La polémica, que a la postre marcaría el desarrollo del partido, llegó tres minutos después, cuando tras una falta lanzada por Gareth Bale, el colegiado decretó la pena máxima por una dudosa mano de Deyverson, que se encontraba en la barrera formada por los albiazules, que recriminaron al árbitro que el balón había impactado en la cabeza del jugador vitoriano y no en su brazo. Cristiano no falló y restableció la igualada.

Los locales no se arrugaron tras el empate y pusieron en problemas a la defensa blanca, a pesar de que no pudieron tirar entre los tres palos. Ronaldo volvió a aparecer en el minuto 32 para rescatar al Madrid con un latigazo desde fuera del área que tocó en el marroquí Zou Feddal y se coló en la meta alavesista para adelantar a los madrileños (1-2). Tras el gol blanco, los dos equipos buscaron la portería rival sin éxito y el encuentro bajó de intensidad.

En la reanudación, y aún sin cumplirse el primer minuto, Keylor Navas salvó el empate del Alavés al resolver de manera magistral un mano a mano con Camarasa. El conjunto local lo siguió intentando al contraataque y Deyverson obligó a estirarse al guardameta madridista en el minuto 55, tras un remate ajustado al palo derecho.

En el minuto 78, el árbitro señaló un segundo penalti a favor del Madrid por una falta sobre Ronaldo al intentar rematar un saque de esquina. El portugués volvió a lanzar pero esta vez Pacheco adivinó sus intenciones y mantuvo el partido abierto. En la recta final, Morata sentenció con un contraataque, mientras que Ronaldo hurgó más en la herida vitoriana y aprovechó la indecisión de la defensa alavesista para ampliar la ventaja del Real Madrid y redondear una goleada del todo ficticia dados los méritos de un Alavés que mereció, al menos, el empate.