«Nadie ha entrado en la Asamblea sin cumplir la norma»

¿Qué balance hace usted de su primera etapa como presidente, desde que entró en 2011?

Han sido 5 años muy arriesgados, en los que hubo también cierta inconsciencia en el momento de asumir ciertas responsabilidades. Pasado este tiempo estoy muy contento porque entre todos hemos conseguido encontrar estabilidad social, económica y deportiva. Se han tomado decisiones muy importantes que han marcado el presente y que marcarán el futuro. La Federación Catalana de Fútbol está en un momento dulce y muy estable.

¿Qué destacaría especialmente?

Sobre todo el avance tecnológico, cosas como el portal del federado, las actas on line, la transparencia deportiva y que los clubes ven un día a día ordenado. Y también que los clubes y los presidentes tengan la responsabilidad que les corresponda y los padres sobre sus hijos tengan la responsabilidad que les corresponda, porque no hay que olvidar que la ley en el mundo del deporte es muy dura.

Usted se encontró una Federación con serios problemas económicos. ¿Se han solucionado?

Si, se han solucionado. Se ha hecho una reforma a nivel patrimonial que ha ayudado a crecer, a hacer una Federación del Siglo XXI, una empresa del Siglo XXI, con las exigencias que tiene el mundo del fútbol. No olvidemos que no deja de ser un hobby para muchos y por eso es tan próximo a la gente y que tratamos con niños. Pero es un mundo muy competitivo, hemos crecido en 30.000 licencias y no dejaremos de crecer. En Lleida no paramos de crecer. Llegar a donde estamos era impensable hace cinco años. Se han tomado decisiones que han podido ser difíciles de entender, pero con el tiempo se ha visto que éste es el futuro y que la FCF es la número uno de España y una de las más avanzadas a nivel mundial.

¿De qué está más satisfecho?

De poder arreglar algo que parecía imposible. He cumplido más de 10 años en la Catalana, como directivo, vicepresidente y presidente. Conocía perfectamente todos los problemas que había y se ha podido arreglar entre todos, la sociedad catalana, las instituciones, el fútbol catalán y sobre todo los padres y los federados que, junto con la Federación Española, han ayudado a devolver el fútbol catalán a donde tenía que estar. El fútbol español no entendía que el fútbol catalán tuviera dificultades. Me ayudaron y me dieron apoyo, empezando por su presidente (Angel Villar), porque tenía que arreglar el fútbol catalán y lo ha hecho a cambio de nada. Eso me llena de orgullo. El día que deje la Catalana, porque tampoco soy persona de estar mucho tiempo en un sitio, este problema estará arreglado.

¿Tiene otros proyectos?

Sí. Me gusta crear cosas y tengo en mente muchas más en otros ámbitos. En el fútbol catalán lo único que he hecho ha sido formarme, he aprendido, he salido de Lleida para ir a Barcelona y aprovechar la forma de trabajar que tenemos aquí, que es más humilde. Venimos de clubes modestos, de abajo, conocemos muy bien el fútbol catalán. Lo que más orgulloso me hace es haber devuelto el fútbol catalán a su sitio.

¿Cuales son los objetivos para esta nueva etapa?

Lo más importante es que fue una campaña plácida. Solo hubo una candidatura y eso demuestra que el fútbol catalán pasa por un momento de paz y eso es bueno para que avance. Las campañas electorales provocan mucho desgaste y se dedica más tiempo a crear problemas que a solucionarlos. Es un proyecto para cuatro años en lo que lo principal es crear un proyecto estructural sobre como trabajar. No tiene nada que ver el fútbol de hace 10 años con el futuro que nos viene en los 10 siguientes. También creo que, con la responsabilidad que hay para los directivos, hay que ser profesional para gestionarlo, por la dedicación en tiempo y en imagen. Eso lo tenemos que cambiar (En la asamblea del 4 de noviembre planteará a los clubes que su cargo sea remunerado).

Les han acusado que suplantar a clubes en las asambleas… ¿qué tiene que decir?

Para entrar en una Asamblea solo hay dos maneras posibles. Que el club esté inscrito dentro del registro de Entidades Deportivas de la Genealitat o que el club delegue en una tercera persona, mediante un certificado de representación sellado por la entidad y validado por un notario. Nadie ha entrado en ninguna sin cumplir uno de estos dos requisitos. Todo se ha hecho según el reglamento

¿Como ve la salud del fútbol leridano?

Pues solo hay que mirar cómo estábamos hace 7 u 8 años y cómo estamos ahora. Con clubs ordenados y con el fútbol base mejor situado porque han entrado muchos profesionales, delegados preparados, directores deportivos preparados… todos tienen la obligación de tener un coordinador y hoy día los clubes están mejor preparados y mejor informados. Está en un momento dulce. En definitiva, la salud en todo el estamento, árbitros, fútbol base, entrenadores y clubes, está a un nivel que era inimaginable hace 7 u 8 años.

Ustedes han sido valientes al plantear campañas contra la violencia. ¿Conseguirán su objetivo?.

Creo que ya lo estamos consiguiendo. Llevamos tres años y se ha aprobado por reglamento parar los partidos si hay insultos y a las tres paradas si un árbitro ve que las condiciones no son las idóneas lo puede suspender. Estamos tomando y tomaremos decisiones que son únicas en el mundo. Externamente tenemos un problema de grada, de padres, de aficionados, de presión sobre los niños y sobre el entrenador. Es una decisión valiente, pero los clubes lo han entendido y tenemos que velar que la gente sana que hay en las gradas convenza al resto, decirle ‘contrólate que nos suspenderán el partido’. El niño lo único que quiere es jugar y no quiere tener problemas. Hemos preguntado a muchos niños qué piensan de los padres y eso nos ha hecho reflexionar y actuar.