Un punto de orgullo

Después de coronarse campeón del mundo en Motegi hace dos semanas, Marc Màrquez se marcó como objetivo acabar en el podio en las tres carreras que quedaban. En Phillip Island no lo pudo lograr por una caída cuando lideraba destacado la carrera, y ayer en Sepang, de infausto recuerdo para el leridano por el incidente con Valentino Rossi, tampoco lo pudo conseguir porque también se fue por los suelos, aunque esta vez sí pudo acabar, demostrando su enorme competitividad. Pese a tener el título en el bolsillo, el leridano se levantó, puso en pie su Honda y volvió al trazado para acabar undécimo y sumar un punto de profesionalidad y orgullo. La victoria fue para Andrea Dovizioso, su primera con Ducati y la segunda de su carrera en MotoGP. Lo hizo en una prueba marcada por la lluvia y en la que mantuvo a raya a los oficiales de Yamaha. Rossi acabó segundo, con lo que se aseguró el subcampeonato, y Jorge Lorenzo completó el podio.

Una intensa lluvia obligó a retrasar en dos ocasiones la salida de la prueba, que acabó viendo reducida su distancia en una vuelta, de veinte a diecinueve, pero al final, con todos los pilotos en la formación de salida y un trazado completamente empapado por el agua, se apagó el semáforo en Sepang. Lorenzo fue el más rápido, por delante de Màrquez y Rossi. Los primeros kilómetros resultaron súper intensos, con constantes intentos de unos y otros por arrebatar la posición al rival, pero al completarse la primera vuelta Rossi ya estaba en cabeza, por delante de Iannone, Dovizioso, Màrquez y Aleix Espargaró, quien poco después se descolgó al salirse de la pista. Iannone completó el segundo giro en cabeza, aunque Rossi intentó superarlo en la quinta vuelta en un par de ocasiones, pero en ambas el piloto de Ducati le devolvió el adelantamiento. Al final, el nueve veces campeón del mundo logró doblegar a su oponente y a partir de entonces el grupo se estiró mucho más, con Crutchlow, Màrquez y Lorenzo sufriendo por seguir su estela.

La carrera se demoró por la intensa lluvia y la organización redujo el gran premio de 20 a 19 vueltas

El piloto de Cervera se percató de ello y apretó para no descolgarse, pero las intenciones se quedaron en eso, en meras intenciones, puesto que en la duodécima vuelta, en la curva once, se fue al suelo, aunque pudo arrancar nuevamente la moto para regresar decimoquinto a la carrera. En cabeza se había quedado solo un trío de italianos, Rossi, Dovizioso e Iannone, que fue la siguiente “víctima” del asfalto malayo. Poco después, un error de Rossi en la apurada de frenada de final de recta dejó en bandeja el triunfo a Dovizioso, mientras que Màrquez culminaba la remontada con un undécimo puesto de pundonor.