Desconectados

El Manchester City de Guardiola se vengó ayer de la goleada de hace dos semanas en el Camp Nou y derrotó con contundencia al Barcelona (3-1) para allanar su pase a octavos de final de la Liga de Campeones y aplazar la clasificación azulgrana, que fue claramente de más a menos. Después de un trabajado espectáculo pirotécnico y tras la ya tradicional pitada al himno de la Champions por parte de la grada del Etihad, igual que sucede en el coliseo azulgrana, arrancó un duelo en el que sabían los locales de la importancia de sumar los tres puntos para no quedar descolgados.

Fue un encuentro de ritmo alto, típicamente inglés, con el City presionando valientemente muy arriba la salida de balón e intentando mover la redonda con Silva y Gündogan en el centro del campo. Aunque en los instantes iniciales sufrieron las internadas de Sterling en la banda de Digne, los de Luis Enrique, quien se decantó por André Gomes para suplir a Iniesta, se cerraban muy bien atrás e intentaban buscar una salida rápida con Messi, Suárez y Neymar arriba.

La afición local, siempre crítica con las actuaciones arbitrales en los encuentros frente al Barça, tuvo motivos para enfadarse todavía más cuando a los diez minutos el colegiado obvió un penalti de Umtiti sobre Sterling y mostró amarilla al inglés por exagerar la caída. Y apenas unos minutos después, en el 21, Messi, de quien no había habido noticias hasta ese momento, decidió aparecer, y en un contragolpe de libro puso por delante a los suyos. Una contra magníficamente bien llevada por Neymar que culminó el crack argentino con la zurda ante la tímida salida de Caballero. Quinto tanto en sus cinco partidos frente al City para inaugurar el electrónico cuando mejor estaban los locales.

Al filo de la media hora, con el City anestesiado por el gol, estuvo cerca el Barça de abrir brecha después de que Neymar hiciera una buena diagonal, se plantara solo ante Stones y lanzara un disparo a la escuadra que despejó Caballero. Pero del posible 0-2 se llegó rápidamente al 1-1. A falta de seis minutos para el descanso, un error de Sergi Roberto en la salida dejó a la defensa vendida, y Agüero abrió a la derecha, donde Sterling la puso de primeras al área pequeña y Gündogan remachó a placer para iniciar la remontada.

Fernandinho estuvo a escasos centímetros de poner por delante a los suyos después de robar un balón en el centro del campo y montar una contra que él mismo culminó, aunque su disparo se marchó demasiado cruzado.

La tónica no solo se mantuvo en el arranque del segundo tiempo, sino que se incrementó. A los pocos minutos, Sterling no pudo aprovechar el enésimo fallo en la salida de balón del equipo de Luis Enrique y su disparo tras un mal control en el área se marchó al lateral de la red. No perdonó el City en la siguiente jugada. Busquets derribó por detrás a Silva en el balcón del área y el libre directo posterior lo mandó al fondo de las mallas De Bruyne con la ayuda de un Ter Stegen no muy inspirado.

Seguían acumulando ocasiones los ingleses ante la pasividad de un Barça dormido. Primero una falta desde la derecha de De Bruyne no encontró rematador y en el 67 no llegó por milímetros el propio internacional belga a un preciso centro desde la izquierda de Kolarov. Pero si algo tiene este Barcelona es que de media ocasión saca una, y con el City volcado sobre la meta de Ter Stegen estuvo cerca de igualar la contienda. Un mal pase atrás de Stones lo recogió Suárez, que se quitó de encima a Otamendi y puso el balón atrás a André Gomes, quien soltó un zapatazo con la zurda que repelió el travesaño.

Ese arreón azulgrana fue un mero espejismo, puesto que el City no cesó en busca de un tercer tanto que diera tranquilidad y dejara sentenciado el choque.

Y este llegó a falta de un cuarto de hora, cuando De Bruyne abrió a la derecha, Jesús Navas puso el balón al punto de penalti y Gündogan, tras un fallo de Agüero, que pudo incluso ayudarse con el brazo, lo empujó al fondo de la red. Dio Luis Enrique entrada a Rafinha en busca de una reacción, pero el marcador no se volvió a mover y las incrédulas gradas del Etihad celebraron, entre cánticos a viva voz del ‘Blue Moon’, el himno oficioso de City, el primer triunfo de su equipo sobre el Barça en sus seis enfrentamientos, aplanzando así la clasificación azulgrana.

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El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, concedió una entrevista en exclusiva para el diario británico ‘The Telegraph’ en la que destaca que la renovación de Messi es un tema prioritario: “Neymar renovó hace poco por cinco temporadas. Leo aún no ha renovado, pero negociaremos con él en los próximos dos meses”.

Preguntado por si le había molestado una posible oferta del Manchester City por el argentino durante el pasado verano, Bartomeu afirmó que “no estoy enfadado. Cambiar de equipo es una decisión que puede presentársele a Messi y a cualquier jugador. Ahora tiene contrato hasta el Mundial de Rusia en 2018 (de hecho, acabaría contrato en pleno campeonato) y estamos muy contentos con él. Muy contentos”.

Pero los elogios hacia el crack argentino no acabaron ahí: “Messi es el mejor jugador del mundo, de lejos. Aún tiene 29 años y, si le ven jugar, parece que es uno de nuestros jugadores más jóvenes. Se reinventó hace dos años, cambió la forma en que jugaba y ahora es mucho mejor jugador de lo que era entonces. ¿Dónde está su techo? No lo sabemos”.